A esas voces que ya no sonarán
Con mí sincero homenaje al inspector D. Eduardo Antonio Puelles. Descanse en Paz
Hoy quiero ser el eco de esas voces
que ya no sonarán. Están calladas,
a la vez que sus vidas, silenciadas
por manos despiadadas y feroces.
Truncaron sus soñar... sus ilusiones,
silenciando sus voces inocentes,
hombres... mujeres... niños... ¡que valientes!
¡cuanto honor destrozar sus corazones!
Hoy pretendo gritar por esas voces
que ya no sonarán. Fueron calladas
con métodos crueles y feroces
silenciando sus vidas y sus goces
por manos asesinas... despiadadas.
Jamás entenderé vanas razones
que antepongan la muerte a la palabra.
Nadie puede truncar mil ilusiones
intentando imponer sus convicciones
de una forma tan mísera y macabra.
Porque hacerlo resulta muy sencillo,
mas gritar libertad es espantoso,
si ese grito... tal vez el mas hermoso,
puede truncar los sueños de un chiquillo
destrozando su vida... ¡monstruoso!
Los que piden respeto y democracia,
y unas leyes que amparen sus derechos,
y tener libertad... ¡vaya falacia!
¡pregonan libertad y democracia
y la ensucian después con estos hechos!
Hoy quiero ser el eco que levante
un clamor de oración por los callados.
Por esos cuerpos rotos... silenciados,
para hacer su recuerdo palpitante...
¡para que nunca sean olvidados!
Hoy quiero ser la voz de conciencia
que recuerde los votos conseguidos
para exigir por ellos diligencia
para atajar el crimen... la violencia...
¡para que no los echen al olvido!
Hoy quiero ser pañuelo que amoroso
recoja el llanto y el dolor vertido.
Hoy quiero ser... amor... brazo tendido
para todo el que llora silencioso
por los seres amados que ha perdido.
Hoy quiero ser... ¡tantas y tantas cosas!
Escudo protector. Manos amorosas.
Oración para todo el que ha caído.
Esperanza serena... ¡nunca olvido!
Clamor que grite con tesón y afán
por esas voces que ya no sonarán.
Juán Fco. Bravo Real
Esquivias (Toledo)