LAMENTO A LOS POBRES DE ESPIRITU
La hipócrita
sonrisa de algunas
personas, que
se creen superiores,
a mi entender les
falta una neurona,
al querer
demostrar que son mejores.
La vulgaridad de querer demostrar
siempre lo bueno
que eres,
lo que sabes, lo
que entiendes,
sin darte cuenta
que otros sin decirlo,
seguro son
superiores.
Es presunción el
estar siempre
demostrando que tú
eres, que tú sabes,
que tienes amigos
siempre con
grandes carreras y
posiciones.
El que se cree
superior,
cuando con su
aptitud,
demuestra ser
inferior,
se quedara sin
nadie a su alrededor.
No hay porque
presumir de lo que se es,
de lo que se
tiene, de donde procedes,
ni de las
amistades que tienes,
creerse superior,
no te hace ser mejor.
La envidia corroe,
seca el alma,
ahoga los
sentimientos, endurece el corazón,
ahuyenta el amor y
nos hace peores,
jamás superiores.
No por creer que
se sabe más, se es mejor,
a los seres
humanos nos hace ser superiores
la empatía, la
humildad, la sencillez,
la generosidad, el
amor por los demás.
Todos nacemos
desnudos y solos,
todos moriremos
desnudos y solos,
ahí se acaba en la
tierra la superioridad,
y comienza la
igualdad de la eternidad.
Cuando nuestro
alma viaje al más allá,
y nuestro cuerpo
en un hoyo se encuentre ya,
si las manos
vacías llevas, lo lamentaras,
la sapiencia y
superioridad
en el hoyo de nada
te servirá.
María Luisa López Castro
Grupo Poético Brétema