LARGO EL CAMINO
Largo el camino que
tenía que andar,
negro el destino que
le esperaba al llegar,
su mente le decía que
diera marcha atrás,
pero sabía que nada
iba a cambiar.
Un paso delante otro
detrás,
mochila al hombro
tenía que cargar,
poco llevaba salvo la
soledad,
otra cosa no esperaba
encontrar.
El mundo era muy
grande
pero no lo suficiente
para escapar,
un paso delante otro
detrás
el camino se acortaba
a gran velocidad.
El destino esperado
no por ello deseado,
no lo podía cambiar,
aunque lo deseaba
no había vuelta
atrás, el papel en su bolsillo
era un contrato de
compra y venta
que tenía que pagar.
Tras sus pasos
caminaban sus familiares
padres y hermanos,
tíos y demás familiares,
contentos y felices
con las prebendas
que les iban a
entregar nada más llegar.
Un paso delante otro
detrás,
la habían vendido a
otro clan
las familias se
tenían que cruzar,
el hombre mandaba, la
mujer a callar.
Pobre el destino de
aquellas
que en otros mundos
nacen,
sus vidas no valen
nada más lo
que, por ellas, otros
quieran pagar.
Una vaca, tres ovejas
y una cabra,
eso es lo que valen
muchas mujeres
vendidas nada más
nacer, negocio son,
negocio tienen que
ser, a nadie importan
ni tan siquiera a sus
madres
que vendidas fueron a
su vez.
María
Luisa López Castro
Grupo Poético Brétema









