La contaminación
El hermoso murmullo del río está callado,
desfallecen las voces de su coro sonoro,
como un templo se desploma sin estruendo
y toda su hermosura va perdiendo.
Un susurro lento, cansado de lloros,
las laderas agonizan a sus pies,
flotan los peces como hojas secas,
una sombra oscura como la noche es.
Toda su armonía perdida, está rota,
la contaminación sus espadas afila,
una silueta envenenada acaricia, mata,
vertido clandestino de alguna fábrica
Mentiras al compás de unas lágrimas,
un sueño amargo oprime la tierra,
¿se acordará el que contamina, algún día,
de la hermosura de sus aguas cristalinas?
Estúpida máscara es la ambición,
lengua que le enmudece su cantar,
¡criaturas de la tierra despertar!
Les roban a las aguas su belleza
por un trato de monedas.
Teresa Cariño Davila
(Grupo Poético Brétema)
6 comentarios:
Porque cuando suena el río, agua lleva, limpia sin manchas y de amores plena.
Santi
Estimada Teresa, es cierto, una vez contaminemos todo, una vez destruyamos la belleza, una vez que enfanguemos todo, moriremos aplastados por nuestra pereza. Si cada uno recoge un papel, uno solo no tendría que recoger tantos. Saludos, Ceneme
Cuanta razón tienes amiga Teresa. No nos damos cuenta del daño que estamos haciendo a la naturaleza con nuestros actos. Contaminamos, destruimos lo que la naturaleza tan generosamente nos ofrece. Cambiemos antes de que sea demasiado tarde. Un beso, Elisa
Es fuerte, dura y acertada tu bella defensa de la naturaleza. Es hermosa tu poesía.
Gracias amigos ,a todos un abrazo muy fuerte.TERESA
Mientras no tomemos conciencia de que nuestros actos sobre la naturaleza influyen en su decadencia seguiremos contaminando y destruyendo todo aquello que de forma gratuita y generosa la naturaleza nos ofrece. Ojalá que poemas como el tuyo Teresa, sirvan para despertar conciencias. Un besazo, Pilar.
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