LA
CULPA FUE DE LA ARENA
Emergías de las olas
del verde mar de la ría;
tu cuerpo vestido de agua
que con el sol se secaba,
¡Que figura deslumbrante
percibí yo al admirarte!
Se pegan a tu cuerpo
las arenas de la playa,
déjame que te las quite
una a una hasta mañana
para llenar esta bolsa
llevándola de recuerdo,
y dejar al descubierto
tu piel suave y morena
y recordaré en silencio
la alegría de este encuentro.
Con la arena haré una alfombra
que pisaré con cuidado,
pues estuvieron pegadas
a tu cuerpo escultural.
Cerraré los ventanales
para que no entre el viento
y se lleve por los aires
la imagen de nuestro encuentro.
El verano volverá,
nos veremos en la playa
y volveré a retirar
las arenas de tu espalda.
No olvidaré yo jamás
el momento delicioso
aquella tarde de agosto.
Mariano
Marcos de Abalo
Grupo
Poético Brétema
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