NOCHE DE PASIÓN
Aquella
noche su amor fue medido, lento
lejos de
la locura salvaje de otras noches
él había
estudiado su cuerpo y sus reproches
con calma
y habilidad dirigía su movimiento.
Él la
transportaba más allá de si misma,
era su
aliento lo que llenaba sus pulmones
era su
fuego lo que quemaba sus decepciones,
era el
jadeo silencioso de un sutil artista.
Eran sus
pensamientos los que llenaban su cabeza,
su cuerpo
fundido en una cosa tan bella
su piel
tenía el brillo de una estrella.
Su voz oyó
gritar en la caricia de su boca,
te amo,
amor mío, ¡Oh! Dios cómo te amo,
te amo,
¡Oh!, si te amo y los dos eran uno.
Miguel Correa Nogueira
Grupo Poético Brétema
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