Algunas veces…
un viento rancio deja en sus labios un sabor a incienso
a lomos de una noche ensuciada por el barro de los caminos,
el óxido de las nubes traspasa el gris de los amaneceres
y su vapor taladra las barreras que en el tiempo se
construyen.
Y algunas veces
el viejo capitán serpentea entre las olas del viento
queriendo coger esos mundos que le saben a esperanza,
y las esponjas del mar le llenan de aromas lejanos
y él otea el universo… se detiene y se hace sueño.
Multitud de razones devoraron las sinrazones que unos
labios amargos desprendieron sobre el rocío con la fuerza de un ciclón,
su viejo barco avanzaba mirando ávidamente el mañana
y su ser permanecía inmóvil envuelto en rígidos trajes de seda.
El viento no podía amainar su destreza y su bravura,
en la quilla le arañaba el aire y a la vez
nadie podía doblegar la soledad infinita,
la soledad de un valiente que se debatía entre dos fuegos.
Y algunas veces detenía el barco… su agua y su tiempo
y el viejo capitán miraba su tripulación malherida…
pero nadie le había dicho lo que debía hacer.
Jean Carballo
(Grupo Poético Brétema)
4 comentarios:
y yo, amigo Carballo, arranco al cielo las estrellas, para que ese capitán valiente y gastado por el tiempo, pueda encontrar el ansiado puerto y descansar. Ceneme
Algunas veces Jean... Algunas veces.
Preciosos versos Jean.
Un beso, Pilar.
Algunas veces, incontables como el viejo capitán encontramos embarrados los caminos, los amaneceres, con nubes y niebla y vemos ¿ cuántas barreras ? El poema traza el camino, nuestro camino. Gracias por recorrerlo en el poema.Con mi cariño. María
Publicar un comentario
" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"