Tu recuerdo, yo y el mar
(Recordando a mi marido)
Caminando por la orilla de la playa
voy huyendo de mi propia soledad,
cae la noche lentamente sobre el agua
y en el tiempo ha transcurrido un día más.
Estoy sola, no hay un alma ni un ruido,
sólo estamos tu recuerdo, yo y el mar,
y una lancha que por siempre se ha dormido
en un sueño de quietud y eternidad.
Dos gaviotas sobrevuelan la ensenada
y se posan en la arena a descansar,
van y vuelven, se sumergen en el agua
y se mecen de las olas al compás.
Ni un barco navegando por la ría,
en el cielo ni una nube que mirar,
que esta tarde estamos solos en la playa;
una lancha que en la arena está dormida,
dos gaviotas jugueteando sobre el agua,
tu recuerdo, mi tristeza, yo y el mar.
Magdalena Domínguez
(Terceira Antoloxía do Grupo Poético Brétema)
2 comentarios:
Provocas el mismo sentimiento de nostalgia que sientes.
Preciosos poema, que él te escuche.
Un saludo
Teresa
Que tu serenidad sea la luz que ilumine tu camino y te permita disfrutar de ese silencio. Ceneme
Publicar un comentario
" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"