Seguimos construyendo abismos
por su nombre.
De nada valió que un cristo
echara las calderas de su templo
y la levita de su persona
fuera ofrenda.
De nada valió que destruyera los muros
que nos esclavizaban
y se cernían sobre nosotros, seguimos construyendo abismos
en su nombre
y a ellos nos doblegamos.
José Ángel
No hay comentarios:
Publicar un comentario
" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"