SÓLO QUIERO VERTE
Estas manos arrugadas
que te acariciaron un día
son ahora despreciadas
y son desvalorizadas
sólo por ti, hija mía
Estos brazos que acogieron
a tan débil criatura
la seguridad te dieron
y todo por ti hicieron
por eso eres tan segura
Tus ojos que me miraban
buscando apoyo en los míos
de alegría me llenaban
qué felicidad me daban
y hoy los veo tan fríos
Y ésta que por ti lloraba
ya no llora; se ha callado
Soy yo, la que te acunaba
y tus lágrimas secaba
Hoy mi llanto se ha secado
Aunque no quieras quedarte
vuelve a esta casa corriendo
que si no puedo besarte
me conformo con mirarte,
hija mía...estoy muriendo...
Marlene H. Pérez
1 comentario:
marlene, los hijos dan muy mal pago al que esforzado se ha, para que tengan mejor vida, mucha más prosperidad. Ceneme
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" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"