MI HIJO
Oigo llamar a la puerta
y salgo corriendo a ver
pero ya no veo nada;
aguzo bien la mirada
y veo a un pequeñito ser
En una caja y envuelto
en una manta raída
se halla un lindo niño;
entonces le doy cariño
y también algo de comida
Me apego a la criatura
como si mi hijo fuera,
como si hubiera crecido
en mi vientre y yo parido
como madre verdadera
Creció el nIño; ahora
veo en él un hombre hecho
y cuando llego a su puerta
siempre la encuentro abierta
y él me acoge en su pecho.
Marlene H. Pérez
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