CADA DIA ME
DEVUELVES LA VIDA
Siempre me gusta
escuchar tu última frase,
la voz de amor que
dejas en tu mirada,
el gesto de
dulzura de ese instante,
y ese silencio en
ese… hasta mañana.
Al irte, vas
agitando tu brisa romántica,
dejando todo
embriagado con tu perfume,
con la voz de la
ternura de la palabra,
que sigue
perpetuando ese suspiro tan dulce.
No me atrevo a
decirte adiós al despedirme,
considerando el
nuevo día del mañana,
donde suspirando
de nuevo desde mi ventana,
poder decirte como
siempre, sin ti mi corazón no vive.
Solo nos separan
esos pocos metros de dolor,
que para mí son
las eternas rejas de sufrimiento,
en ese lapsus de
tiempo sin sentir de cerca tu voz,
donde cada día,
desde mi rincón voy muriendo.
La larga espera de
pronto me entristece,
y solo tú la
logras romper con tu sonrisa,
al saludarme en mi
ventana como siempre,
devolviéndome cada
nueva mañana la vida.
Tal vez para ti no
será más que un objeto que saludas,
ese atrevido
intruso que cada día te observa,
desconociendo el
profundo dolor de mi amargura,
como la triste
soledad de la lejana estrella.
Aun así, cada
mañana vuelves a iluminar mi ilusión,
despertando un
poco más en mi esperanza,
y en las noches te
sueño abrazados los dos,
desde el anochecer
hasta la madrugada.
Amante Romero
Álvarez
Grupo Poético Brétema


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" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"