COLABORADORES
¡QUÉ DESGRACIA SER MUJER!
¡Qué
desgracia ser mujer!
¡Qué
precio más grande
me
toca pagar!
Nada
menos que la cárcel
pues
como en el juego de la oca,
es
lo que a mí me toca.
Pedir
algo
y,
para variar,
ser
denegado.
Lo
de una
no
vale nunca.
¡Qué
desgraciada vida
es
la mía!
Por
ser una dama
no
más herencia
que
la Ley Sálica.
Asunción Merayo Fernández
Colaboradora de Brétema
1 comentario:
Poetisa,Merayo Fernández, solo te digo que los últimos serán
los primeros....Tuyo sería el gran premio,por ese poemazo que te lo fondearon más allá de la Patagonia....Te recomiendo escribas siempre así....Un abrazo desde a Arealonga
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" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"