A LA CASA SOLARIEGA
¡Oh casa! Ojalá no transponga tu umbral
la tristeza, que nunca pese el
tiempo
sobre la cabeza de los que te habitan.
¡Oh casa! que ojalá dures
eternamente,
para abrir tus puertas a la
hospitalidad
y jamás sean demasiado estrechas para los amigos.
Que los poseedores vivan en
la serenidad
tanto tiempo como sea posible
y vean florecer sus flores y
sus frutos,
que os alumbren en la bóveda
del cielo las estrellas.
Gloria Teiga Freijomil
Grupo Poético Brétema
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" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"