Absorta me he
quedado viendo
el bolar de una
asquerosa mosca,
que se posa igual
en una boñiga
que en un trozo de
pan.
La mosca es un
insecto díptero común
con una cabeza más
ancha que larga,
que vuela sin
sentido pero sabe a dónde va,
con sus alas
transparentes y ojos salientes.
Cuando se posan,
las persigues para poderlas cazar,
no sé si tienen
buena vista o simplemente saben
que las sigues
para poderlas matar, así que
cuando casi las
tienes a mano,
¡zas! vuelan y se
van a otro lugar.
La mosca hace
falta en la cadena alimentaria,
la verdad no me
importa pero no las quiero en mi hogar,
y encima existen
más 110.000 especies de moscas,
revoloteando por
este nuestro mundo y encima
viven entre veinte
a veinticinco días,
salvo que les des
el pasaporte al más allá.
Al final, no sé si
la he hipnotizado de tanto mirarla,
que de golpe me
levanto y ¡zas! me la cargo sin más,
antes de que
pudiera escapar, me cargue a una mosca
pero al poco rato
había más, supongo que a su
funeral vinieron
como compañeras a fastidiar.
María
Luisa López Castro
Grupo Poético Brétema
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