Por ti querida madre estoy rezando,
recordando lo mucho que has sufrido.
A mí me duelen hasta
los suspiros
que aún me tienen tan
desesperado.
Deseo madre estar siempre a tu
lado
acariciando tu amor dolorido,
que va buscando el eterno destino
donde se encuentra el Amor Sagrado.
Yo voy contigo a la dorada cumbre
para consolar esta pena mía
con el fervor que hacia el cielo sube.
Esperando alcanzar la eterna vida
con la esperanza que todo lo cubre,
al contemplarte a ti madre querida.
Anselmo Prada León
Grupo Poético Brétema
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