Murmullos
insonoros atraviesan mi garganta
a la hora de
estar aquí...
contigo;
fantasmas del
ayer
que me devoran.
Mis manos
apedrean el silencio
y se muestran
ante mí, insomnes,
sin fuerza.
Y sus palabras
laten fugaces,
ausentes de
valor...
de vida.
Jean Carballo
(Grupo Poético
Brétema)
8 comentarios:
Son sueños del poeta, Jean, son los duendes que danzan en tu mente y te hablan desde el silencio. Ceneme
preciosa poesiaen la que plastas tus sueños...................................Saludos Magali
Muchas veces el ayer es algo que ya no se puede cambiar, casi siempre: querrías hablarle, pero no puedes; querrías mostrar que eres parte del tiempo que te rodea.
La rabia que nos da ver que ahora comprendes, pero en aquel tiempo te faltaba esa comprensión, te hace entender o intentar entender lo que sucede
Magali, muchas veces las razones es lo que menos importa, pues no es eso lo primero que nos hace apreciar lo que nos rodea. Saludos, tesoro
Llega con fuerza en este breve poema la incomunicación, tal vez la timidez que no nos ha dejado en el momento oportuno expresar lo que quizás hubiera cambiado nuestro destino.
Un abrazo Daniel
Hola Jean: Pienso que el pasado no es ya nada,
solo el futuro es promesa, los duendes y las
musas equilibran la balanza.
Cordial y atentamente un saludo de tu sincero y
leal amigo, Félix Loira. Saludos a Encarna.
Jean tienes una gran sensibilidad y una gran riqueza interior. Tus poemas encierran vida, sentimientos y las imágenes que empleas bellas y sorprendentes, que bonito: "mis manos apedrean el silencio", cuanto misterio hay detrás de ese verso.
Enhorabuena, un saludo afectuoso para ti y para tu amada Encarna.
Xermán Manoel Torres
Un saludo también para ti, Félix. Como dices bien, el pasado ya no es nada, sólo eso pasado. Las palabras detuvieron el paso del tiempo en un punto y allí se hicieron palabra: "Murmullos insonoros" que todos tenemos, pero que no dejamos que nos afecten porque nosotros somos dueños de nuestro actos y del mañana que hay en ellos.
Xermán, a veces pienso que el SER que escribe no soy yo: es un ser que está en paz y que hace que mi alma hable a través de él. Muchas veces también yo me sorprendo de lo que es capaz de sacar del interior. Carnalmente estoy yo. Contar contigo es un gran regalo.
Daniel, es verdad que la incomunicación es un lastre que arrastramos, que no hace falta buscar para estar ahí, en medio de él. Pero también es verdad que la sociedad está siendo más consciente de esas diferencias y ponerlo de manifiesto es empezar a cambiarlo
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" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"