El rey girasol
El rey, Girasol,
quería viajar:
recorrer la tierra
y surcar el mar,
ir a otra galaxia
en nave espacial.
Se vio cual gigante
alto, enardecido,
siempre caminante,
abriendo caminos.
Quería viajar,
programar encuentros,
tener recepciones,
pronunciar discursos
en grandes salones.
Redactó mensajes
de alegría y paz:
¡Nunca más la guerra!
¡Siempre la hermandad!
Ciñó su corona
dorada ¡tan bella!
En oro engarzadas
tenía mil gemas.
Cuando iba a arrancar
vio que estaba preso.
¿Quién lo detenía?
Su pie no se alzaba.
No entendía cómo
amarrado estaba.
¡Pobre Girasol!
¿Cómo liberarse?
Miraba a los lados,
atrás, adelante.
Nadie le aferraba.
¿Por qué estaba preso?
Quería viajar.
Estaba perplejo.
Miraba. Tornaba.
Volvía a mirar:
a este lado, al otro,
y aprendió a girar,
Con los movimientos
hizo bella danza.
Se la brinda al sol
y siempre la baila
mirando de frente,
sin darle la espalda.
El rey Girasol
no puede viajar
y ofrece al Rey Sol
danza singular,
mientras bebe luz
sin miedo a cegar.
El rey, Girasol,
quería viajar:
recorrer la tierra
y surcar el mar,
ir a otra galaxia
en nave espacial.
Se vio cual gigante
alto, enardecido,
siempre caminante,
abriendo caminos.
Quería viajar,
programar encuentros,
tener recepciones,
pronunciar discursos
en grandes salones.
Redactó mensajes
de alegría y paz:
¡Nunca más la guerra!
¡Siempre la hermandad!
Ciñó su corona
dorada ¡tan bella!
En oro engarzadas
tenía mil gemas.
Cuando iba a arrancar
vio que estaba preso.
¿Quién lo detenía?
Su pie no se alzaba.
No entendía cómo
amarrado estaba.
¡Pobre Girasol!
¿Cómo liberarse?
Miraba a los lados,
atrás, adelante.
Nadie le aferraba.
¿Por qué estaba preso?
Quería viajar.
Estaba perplejo.
Miraba. Tornaba.
Volvía a mirar:
a este lado, al otro,
y aprendió a girar,
Con los movimientos
hizo bella danza.
Se la brinda al sol
y siempre la baila
mirando de frente,
sin darle la espalda.
El rey Girasol
no puede viajar
y ofrece al Rey Sol
danza singular,
mientras bebe luz
sin miedo a cegar.
María Palacios
(Grupo Poético
Brétema)
5 comentarios:
María, preciosa oda al orgulloso girasol que eleva cu cabeza sonriente al viento y danza con la brisa todo tipo de bailes viejos y modernos. Felicidades, Correa
Si la Tierra fuera un díptero, un campo de girasoles sería como sus ojos observando al astro rey. Si el sol hubiera oído hablar de tu cálamo, consentiría que, verso a verso, lo retratases en cada ola que se mece en el mar. Felicitaciones por tu poesía, tan cercana y, al mismo tiempo, tan llena de Naturaleza y sabiduría.
Un abrazo,
Antonio
Que canto tan hermoso al bello heliotropo, que gira sobre si mismo queriendo viajar, lo hace en sueños cuando se marea de tanto girar y el sol se ríe queriendo con el jugar. Felicidades maestra igual que la sabia Naturaleza.
¡SALUD Y POESÍA!
Xermán Torres
Hola Maria: Tu poema al girasol es muy bonito y
también preciso, viene pues a mi memoria un recuerdo de niño (seis o siete años) cuando fuí
con mi tia-abuela a una aldea de Cuntis, para visitar unos primos, fué cuando vi por vez primera uno, me sorprendió verlo en distinta posición, pero sin concretar, hasta que mi primo
Domingo me informó de forma veraz, gracias María
por acordarte del girasol, y me has dado la oportunidad de volver a mi infancia, en la que tan feliz fuí con mi ti Manuela, que me cuidó y educó, y al cumplir los diez años la perdí, pero la gané como estrella celeste y guia.
Cordial y etentamente te saluda, Félix Loira
María Palacios
Muy hermoso con toda la ternura de un cuento para niños.
Un abrazo
Daniel
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