SOLA ANTE EL MAR
Es de luz el mar.
En mi alma sombra.
El sol se derrama
en el agua toda.
A beber la luz
mi alma se asoma.
Luz y transparencia
en las aguas quietas
que besan la arena.
Espejea el mar.
Se dora y platea...
En crisol gigante
sol y agua fundidos.
Amalgama nueva
la del fuego y agua,
y mis sentimientos
confusos y heridos
me anegan el alma.
En otro mar tú
o ¿ en orilla nueva?
La de un mar sin sal
y sol permanente
que allí reverbera
y besa esa costa
el nuevo atanor
en el que se funden
tu alma y otro sol.
En un crisol vivo,
en mi corazón
se encienden y bullen
tu ausencia y presencia,
el fuego, la luz,
la fe y el amor.
¡Siempre de la mano !
Caminando al par:
el mar y la costa,
la vida y la muerte,
la luz y la sombra
María Palacios
(Vilagarcía de Arousa)
3 comentarios:
Como la vida misma, María, compuesta de luces y de sombras. Un estar y un desaparecer. Volver a donde estabamos antes de venir. Ceneme
Precioso poema María, dulce y suave como ese mar inmenso lleno de luz, calma y sosiego. Un beso, Pilar.
La soledad del mar y su grandeza y la vida, en estado puro y salvaje.
Pablo.
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