¡Mi último tren!
¡Por si no acudes a despedirme!
Cogeré el último tren,
te juro que lloraré al irme,
aunque tus Ojos no pueda ver.
Inundaré la mejilla en lágrimas,
lo último que haré por ti,
así, consolaré mi Alma
para morirme feliz.
Amortajado sobre mi lecho,
y si me queda un hilo de voz,
dejaré dicho cuánto te quiero,
aunque tú no estés, amor.
Dejaré en el aire tu nombre,
por si te llega mi adiós,
y todo el amor que un hombre…
por una mujer sintió.
Pero pienso, cariño… que estarás allí,
te encontrarás a mi lado,
y con un beso feliz
me moriré en tus brazos.
Si es que ocurre así,
no me alejes la mirada,
quiero sentirla en mí,
para siempre recordarla.
¡No llores ante mi lecho!
Ya que borras la belleza…
La que me arrastró a tu huerto
y no quiero que se muera.
Amante Romero
(Grupo Poético Brétema)
3 comentarios:
Espero Amante, que si es el último tren, no te olvides de la hora que pasa, para todos se acerca el último tren al que nos obligarán a subir. Ceneme
Me gusta la evocación de ese último tren. Un saludo.
Amante a. Magnífico que en el último tren afirmes encontrar el amor. Todos tomaremos un último tren y experimentaremos que el amor no muere en todos los niveles.Mi cariño. María
Publicar un comentario
" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"