Quejas del alma
Y van pasando los años
y yo esperando que vengas a verme.
Y van pasando los años
y el cálido sonido de tu voz se pierde.
Y van pasando los años
y mis ojos apagados se entristecen.
Y van pasando los años
y cada día más tarde amanece.
Y van pasando los años
y la soledad de las noches me estremece.
Y van pasando los años
y tú más lejos, más cerca la muerte.
¡Tu voz y tu presencia me rejuvenece,
no dejes que pasen los años…!
¡hijo! ¡ven pronto a verme!
Alonso Rodríguez
3 comentarios:
Precioso canto a ese hijo y a esa incertidumbre que los aleja de nosotros y a esa añoranza cuando nos faltan. Ceneme
Alonso, es desgarrador este poema, una súplica hermosa a la vuelta del hijo amado... y me deja un poso de tristeza en el alma, esa soledad del anciano...
Un beso.
Soledad.
Esto es muy fuerte...!( Asi decimos en Argentina).-Realmente esto que escribiste refleja una verdad tan triste como cotidiana.-
La estoy viviendo....snif...!
Publicar un comentario
" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"