TODOS LOS DÍAS...
Al amanecer
el hombre se levanta
y como suele hacer
le pide a la Santa
en la que confía
con todo fervor
que tenga un buen día
a pesar de su labor
ardua, y mal remunerado
pero el pobre se conforma
no fue escolarizado
y no conoce otra forma
de a los suyos asistir
y como quien tiene un vicio,
para sobrevivir
hace cualquier sacrificio
Al atardecer
el hombre vuelve a casa,
llega a adormecer
pero el tiempo pronto pasa
Se despierta
y sale a trabajar
camisa abierta
para el calor soportar
el camino es largo
pero él logra llegar
y una especie de letargo
lo empieza a incomodar
La gente corre enseguida
para al pobre socorrer
pero ya no hay vida
y nada se puede hacer
Al anochecer
el hombre otra vez vuelve
¡no puede ser!
algo extraño lo envuelve
Los hijos lloran,
la madre y esposa también
no ignoran
que han perdido a quien
tanto los quería
y por ellos tanto luchó
pero llegó su día
y la muerte lo llevó
algo los espanta:
"¿Quién nos va a sustentar?"
miran a la Santa
y empiezan a rezar...
Marlene H. Pérez
1 comentario:
Marlene, como el librero de Kabul, decía, no ir a la Meca a pedir, trabajar, esforzaros en mejorar ir a dar gracias, porque os da la fuerza moral y la voluntad para seguir luchando. Ceneme
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" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"