LLEGO
Llego como cada
año
con aroma de
acebo,
abrió la puerta de
par en par,
pero no llego
silenciosa, sino
estridente como
siempre.
Profundos
oropeles,
bagatelas
grandilocuentes,
fruslerías ígneas
de lumínico
neón, son sus
ropajes.
Trinos de cascabel
lleva el viento,
y en sus alas
noeles grana
que en verde se de
granan,
de una cascada de
rutilantes luceros.
Se descuelga un
trineo,
y sus elfos
misteriosos
que se atan los
cordones
de sus alados
borceguíes.
Sus pucheros
desbordan
En viandas de
ágapes excesivos,
De algodón de
azúcar,
Y almendra es su
meliflua mirada.
Orean los zapatos
en las ventanas
con las bocas
abiertas
ansiosos por asir
fútiles agasajos
todo ello en esta
parte del mundo.
Al que ha decidido
premiar con su
presencia,
en la otra cara
del mundo
los pucheros
rebosan de metralla.
A los viejos
zapatos les cose la boca
la noche con
puntadas de escarcha,
y los niños juegan
a engañar el hambre
sus juguetes las
balas,
el miedo y el olor
a muerte.
Julia Álvarez González
Grupo Poético Brétema


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