LA CAMPANA
Suena la campana,
única en su
llanto,
cuando decir dice,
que ha muerto el
ser amado.
En la iglesia
rezos y lamentos,
desconsuelo
familiar,
mientras el cura
llama
el dolor contener.
¿Quién pudiera
atrás volver?
¿Quién de alegrías
otrora vivir?
Cuando se apaga
uno de los
faros de tu vida,
has de aprovechar
cualquier llama
que alumbre ese
camino
que ha quedado
oscuro.
Y es que la
tristeza
es un pozo
profundo,
un agujero negro
donde no ves nada
y lo lloras todo.
Esperando que
llegue un día
que en vez de
lágrimas
se pueda esbozar
una sonrisa.
Concepción Díaz Fernández
Grupo Poético Brétema
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" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"