SEÑORA, QUE NO ERA SEÑORA
Te vi al
atardecer un día,
sin piedad en la
mirada
buscando a mi
alrededor la luz
como el sol
busca a la mañana.
Fue durante un
instante,
tú y yo frente a
frente,
midiendo fuerzas
como el abismo y
su pendiente.
“Señora” terrible
y odiada
aléjate, no te
acerques
no me cojas en
tus garras.
Vete, te digo, no me observes
¿no ves que me horroriza tu cara?
tengo muchas cosas que hacer todavía,
abandona mi morada.
¡Oh! muerte oscura y malvada,
sólo te vi
un momento aquel día
y tu cara me
quedó grabada.
Teresa Cariño Davila
Grupo Poético Brétema
No hay comentarios:
Publicar un comentario
" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"