LA NIEVE
Dejó la sierra, vestida
como una novia, de blanco.
Diadema de perlas finas
adornaba la cabeza.
Para tejer su vestido,
pétalos,de etéreas rosas
dieron el raso y la seda.
De piel de blanco charol
se le han hecho los zapatos
y su ramo de azahar
intensificó el color,
único e inmaculado
y se derramó en perfume
en las perlas y en el tul,
en la seda del vestido
y el charol de sus zapatos.
¡ Qué bella estaba la novia
toda vestida de blanco!
¡ Blanco, inmaculado blanco!
¡ Único color y suyo!
¿ Cómo el traje del amado ?
Miraba y no lo veía
y el corazón lo sentía
cual soplo vital, al lado.
Y, cuando llegó la noche,
y la plata de la luna
se derramó en aquel blanco,
quedó la novia dormida
con aquel su traje raso...
Mientras , vivía el amado
en paralizante éxtasis
aquel hechizo ¡ tan claro !
y no quiso desnudarla,
ni quitarle los zapatos.
Pasó la noche despierto,
velando a la esposa amada
y soñando su belleza
más allá del traje blanco.
¡ Qué bella estaba la novia
toda vestida de blanco!
¡ Blanco, inmaculado blanco !
María Palacios
(Residencia 3ª edad- Vilagarcía)
3 comentarios:
Muy bonito poema, me recuerda un poco a Lorca. Felicitaciones.
Un saludo,
Precioso, y es verdad que opino como Lydia tiene un aire lorquiano.
Un aplauso para María Palacios
¿Como el traje del amado?
con aquél su traje raso
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