A ese hijo que todavía no conozco
Veía al niño
en sus ojos,
en sus pupilas, en sus miradas dulces
y tiernas.
Veía al niño en su lecho,
en su cuarto, en la soledad
transparente y mágica
que llenaba aquellos momentos
compartidos.
Veía al niño
mago,
aunque no le sentía
ni le tocaba.
Sólo a ella.
Rozaba el niño
cuando rozaba su vientre
y sus ojos, cuando acariciaba su piel
y su sangre.
Rozaba el niño cuando era un dibujo
en el iris, en el arco iris,
en la luna.
Y le desnudé entre mis brazos
para tocarle yo también
como le tocaba a ella
cuando estaban dormidos,
cuando estaban desnudos
y a solas.
Tocaba al niño
cuando le tocaba a ella
y sentía sus voces
de ángel.
Tocaba al niño y sentía miedo
por mí, pero después le tocaba a ella
y le sentía entre mis dedos
como el cáliz.
Ya había empezado a quererle.
Jean Carballo
3 comentarios:
Caray Jean!!!...
No sé como se comenta una poesia, solo sé que me ha gustado, que es precioso como describes con palabras ese sentimiento tan íntimo como es la maternidad o la paternidad en tu caso.
Muchas gracias Jean..Un besazo
Que bonito! Que bien has sabido expresar amor y entendimiento. Se me han llenado los ojos de lagrimas porqué quizás tambien un día mi padre sintió lo mismo, y porqué quizas los hombres sienten esta ternura que tu has puesto en poesia. Cosas que no se dicen, que se viven en silencio. El poeta habla de todo. Magnifico.
Un abrazo,
Me sensibiliza el tema de los hijos que no son aceptados por los padres... y se alejan de ellos o, lo que es peor, se desentienden. Cuando escribí este poema abundaban las noticias de este tipo. Os doy las gracias por los comentarios que me hicisteis, si este poema invita a tomar conciencia sobre el tema
Publicar un comentario
" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"