UNA SOMBRA EN MI CAMINO
Con pasos inseguros por la calle
camina una anciana
con aspecto cansado y temeroso,
perdida la mirada.
Ochenta inviernos fríos
pesan sobre su espalda,
ochenta desamparos,
ochenta soledades en el alma.
Va sacando sus cuentas por los dedos,
hablándole a las sombras de su infancia
y a los viejos recuerdos que en su mente
quedaron sin ayer y sin mañana.
Habla consigo misma de sus cosas,
de la vida, que es cara,
de lo poco que tiene,
de lo mucho que gasta.
Y sigue con su empeño
como si alguien la atendiera o la escuchara,
cruzando entre la gente
que pasa por su lado sin mirarla.
Es tan sólo una sombra,
la sombra de un fantasma,
la sombra que me espera en mi camino
el día de mañana.
Magdalena Domínguez
(Terceira Antoloxía do Grupo Poético Brétema)
2 comentarios:
Enternecedor poema y de una gran sensibilidad.
Excelente trabajo sobre la luces y las sombras de la vida. Quizás algún día se pueda descubrir un remedio para alargar la vida, retardar la vejez. Es horrible ser viejo
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" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"