VALENTIA
Sentada ante la ventana abierta,
ante una copa de vino tinto
y unas rosas sobre el alfeizar
de la ventana, la acompañan.
Mirada al frente observando el ondulante mar,
veía cómo iban y venían las lentas olas
de un mar placido de primavera, al fondo
unas blancas nubes suavemente dibujadas
en el lejano firmamento.
Sus pies descalzos cruzados bajo sus piernas,
tal parecía que nada pasaba por su mente,
la melena rubia y larga tapaba un rostro
de ojos azules y sonrientes.
Sus labios distendidos en una hermosa sonrisa,
denotaban tranquilidad y satisfacción, era feliz,
se sentía satisfecha consigo misma y con la decisión
tomada, debía haberla tomado mucho antes.
Su valentía le permitía al final,
ser libre de ataduras innecesarias,
había dejado atrás una vida de infelicidad,
ya que había amado sin ser amada.
Tras la decisión, siempre se sufre un cambio,
nunca se sabe si has hecho bien o mal,
pero a través del tiempo transcurrido
sabes que has tomado la decisión correcta.
Vale más una vida en soledad y feliz,
que una vida acompañada e infeliz,
simplemente todo depende de la valentía
de la personalidad te permita decidir.
Todo se compone de decisión,
reacción y ganas de vivir
en paz con uno mismo ello,
se llama, vida y valentía.
María Luisa López Castro
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