EL DESTINO
Es fuerte, es
grande,
es un remolino de
emociones,
un éxtasis de
ilusiones,
la revolución en
persona.
Imposible hacerle
cambiar,
su camino lo tiene
delimitado,
tengo que seguir
esa ruta marcada,
¿Se lleva mi vida!
Dichoso él, sabe
que hacer,
no volverá nunca
atrás,
ni volverá a
empezar jamás.
No lo entiendo,
pero lo sigo,
es mi destino.
Tal vez en el
recodo del camino,
me siente a
pensar,
se lo que hago, me
hará mal,
o lo que hago es
real.
Si es un torrente
que todo arrasa
en su caminar,
pero tiene un
poderoso imán
que nadie puede
igualar.
Concepción Díaz Fernández
Grupo Poético Brétema
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