Quiero ser lo que soy a tus ojos:
la veleta, el sol, el viento,
la primavera, el otoño,
el verano en el invierno.
Y decirte algo más que palabras,
desde un corazón
que te sueña,
la belleza en la
distancia
en los días de
tristeza.
En mi
pensamiento no cabe más
que un rincón
vacío para ti,
donde encontrará
un mundo alegre
y feliz.
Se siente virgen
e inmaculado,
tan falto de
amor y cariño
que ante ti se
siente niño
y el tiempo no lo ha cambiado
Quiero ser el árbol que te cobija,
el ruiseñor que
trina en tu ventana,
la alegre sombra
de tu sonrisa,
tu despertar
cada mañana.
Y poder dormirme
en tu huella
para convertirme
en la brisa,
la que acuna tu
belleza
todos los días
de tu vida.
Y poder vestir
nuestro tiempo de amor
en esta era que
nos tocó vivir,
igual que se
viste de color
la hermosura del
jardín.
No digas nada, solo mírame
que quiero contemplar eternamente
la fragancia y
la dulzura que en ti existe,
desde un corazón
que te quiere.
Hoy, mañana, la
eternidad de los días
para llenar de
luz las cosas pequeñas,
sentirme el
ángel que te cobija
y en las noches
ser tu estrella.
Para ti, para
mí, para nosotros dos
atados al yugo
del tiempo,
con el universo
a nuestro alrededor
y ambos
contemplar el cielo.
Nada más en nuestro camino,
sin buscar
senderos cercanos,
compartiendo
ambos el suspiro
de dos “locos”
enamorados.
Amante Romero
Álvarez
Grupo Poético
Brétema
No hay comentarios:
Publicar un comentario
" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"