A MI AMIGO “ LOCO"
De aquel amigo loco que se
murió tan joven,
cuando la primavera preludiaba
el verano,
aún conservo el recuerdo: me
alargó su mano
una tarde, paseando a la orilla del río.
Él me cogió una rosa entre zarzas y espinas,
sangrándole las manos en
un alambre impío,
y me la dio después con un
gesto de hermano,
cariñoso, discreto, con ademán
galante.
Yo nunca pude amarle.
Él se fue a los países
de donde no se
vuelve.
Murieron los matices .
Aún conservo la flor amarilla y reseca.
¡Pero suelo besar esa flor
ya marchita,
recordándolo entonces con su
triste mirada
el día que marchó a su eterna morada!
Gloria Teiga Freijomil
Grupo Poético
Brétema
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