A la higuera
Al árbol retorcido, ceniciento,
de rompible madera blanqueada,
con ramificación sutil cruzada
y palmatilobada fronda al viento;
con chaparra efigie como ornamento,
que al ser su púber cáscara dañada,
vierte astringente sabia lacteada
sobre leves raíces del sustento.
Y su andrógina oculta florescencia
transfigurada en médula carnosa,
con dulce, blanca y roja infrutescencia.
Cuantas veces desprecie tu fructosa,
y llevé la corona, en penitencia,
de espinas por la pérfida flor rosa.
Enrique Fernández Castro
(Redondela)
4 comentarios:
Quetal amigo Enrique: Un bonito soneto dedicado a la higera
que por cierto rojos o blancos de maduros están riquísimos
y pasos no digamos. Un buen trabajo Enrique, me encanta.
Cordial y atentamente te saluda tu siempre amigo.
Félix Loira.
Gracias, amigo Félix, por leerme y el comentario.
Lo cierto es que un árbol tan endeble y desgarbado, como agunas personas, ocultan en su interior la grandeza de su dolzura.
Un fraternal abrazo.
Castro.
Castro.
Lo siento Castro, no he podido comentar tu magnifico poema hasta este momento. Me han tenido que instalar un programa nuevo, al parecer andan por ahí un montón de virus extraños que pueden destrozarte todo el trabajo realizado. Felicidades, siempre aprendo algo de tu bien seleccionado vocabulario. Ceneme
Gracias maestro Ceneme por leer y comentar mi soneto.
La verdad es que el mundo digital nos da estos sustos que nuestros antepasados no padecián. Mientras los virus sean informáticos no hay problema para nuestra salud.
Un fraternal abrazo.
Castro.
Publicar un comentario
" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"