La
tierra
(Tridecasílabos
simples en anapéstico)
Del
florido de un valle que fértil un día,
con
pintados mosaicos de verde color;
un
sinfín de pequeñas parcelas había
en
que el pueblo sembraba el terrón de labor.
Irrigándolo
un río que límpido fluía
y la
sed apagaba del buey y labrador;
en
que todo vecino las mieses molía
por
prestarle sus aguas la fuerza motor.
Urbanística
treta el rural supedita
a
los lucros de usura del gran almacén
y la
fábrica al río veneno vomita.
Desde
entonces el gnomo lo ve con desdén
porque
solo tejados de un gris uralita,
que
sepultan la tierra, del monte se ven.
Enrique
Fernández Castro
(Redondela)
Epílogo:
Al
rincón de mi valle que fue enterrado por los
especuladores
inmobiliarios.
6 comentarios:
Delicioso soneto en composición y mensaje. Felicidades, Ceneme
Gracias, Ceneme, por el comentario y a Brétema poro publicarlo y por el complemento pictórico de mi tierra, desde donde el nogmo la divisa...
Castro.
Amigo Enrique: Un relato magistral y una historia
que se repite por que solamente el egoísmo y el materialismo destruyen los pocos valores de nos
van quedando, pero al final triunfará el bien, por que es lógico que la gente despierte y piense que
el bien común beneficia a todos.
Cordial y atentamente te saluda tu siempre amigo.
Félix Loira
Estimado Enrique,nada tienes que agradecer, para nosotr@s resulta un grato placer el contar con las colaboraciones poéticas de quienes aquí exponen. Cómo ya hemos apuntado en otras ocasiones, este blog,el escaparate, cómo algunos cariñosamente lo denominan, es el blog de tod@s y para toda@s.Un medio de exposición para quienes gustan del arte, lo literario...lo poético
Cierto amigo Félix, y mira que fue tan brutal la especulación del terreno, que al consultar las zonas urbanizables, el mapa del municipio solo consideraba tales las que poseian terreno de cultivo, y donde existían casas desde siglos lo consideraban terreno vegetal, con la consecuencia de no poder reparar el inmueble.
Nenos mal que la burbuja hizo ploff.
Un fraternal abrazo.
Castro.
Pues creo que si. No solo por publicarlo con el consiguiente trabajo que acarrea, sinó por el hecho de de hacer un hueco dentro del grupo.
De nuevo gracias a Brétema.
Castro.
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