Estoy cansado
Estoy cansado;
me siento tan cansado que la vida
se me antoja un castillo inexpugnable,
amurallado,
y mi fuerza un ariete deleznable,
con consecuencia en incursión fallida.
Y estoy cansado,
no porque tenga una profunda herida
en la carne, contrita y miserable,
de mi costado,
sino en el alma… Es un sentir culpable
que no tiene ni tiempo ni medida.
Tú me dirás
que en esta crisis, que matiza todo,
está el origen de mi desaliento.
Pero es que hoy, y tal como me siento,
no hay marcha atrás,
pues no sólo es la fuente, sino el modo
en que dicha condena nos alcanza:
sin freno, sin piedad, sin esperanza.
Antonio Pinedo
(Grupo Poético Brétema)
11 comentarios:
BONITO POEMA CON FONDO Y PENSADO EN LA REALIDAD QUE AVANZA LENTAMENTE Y NO TIENE IMAGEN, PERO SI, TODO PODERÍO. DA GUSTO LEERLO.
UN GRATO SALUDO DE FRANCISCO DE SOTAVENTO-CEDEIRA.
Pero siempre existirá el dicho: ¡Tranquilo, las cosas aun pueden ir peor!.
Muy bueno el poema, aunque el título pareciera desanimarnos.
Santi Brañas
Precioso poema Antonio, pero permite que te diga que si, hay esperanza. e recomeindo el libro de Mario Conde "De aquí se sale". Saludos, Ceneme
Antonio : En tu poema de precisos matices tu primera palabra determina que todos los modos de " estar " son pasajeros .Tu "castillo de fuertes murallas " te ofrece un puente levadizo que se abrirá y lo traspasarás.Sin sentirte culpable de nada , caminemos siempre hacia adelante confiando en nuevo amanecer.Mi afecto María
Tu poema nos recuerda a todos las etapas por las que pasamos ,un abrazo Teresa
Antonio, precioso el poema y hermosas esas imágenes, bucólicas, grises, que impregnan de suave y dulce melancolía. Agridulces tonalidades en tiempos tan baldíos.
Coincido con Ceneme e María. Ánimo, verás como sí sairemos do pozo e virán tempos mellores.
Noraboa polo poema, é bo de verdade.
Cedeira
Xosé Antonio Suárez de Aneiros
Antonio
Sin freno, sin piedad y sin esperanza, un cansancio existencial. Bien logrado el clima. Daniel
Gracias Francisco, Santi, Ceneme, María, Teresa, Manoel Xosé, Xosé Antonio y Daniel, por las palabras de felicitación y de aliento. Gracias y perdón, pues me dejé llevar por un instante de desolación y de necesidad, la de compartir con todos este sentimiento, y, por qué no decirlo, este soneto con sombrero, que reflejaba bastante bien mi estado anímico de entonces.
Un abrazo a todos,
Antonio.
Un poema precioso.
Aunque resulte fruto del desánimo.
Pero la verdad es que es demasiado duro este
presente, como para creer que hay futuro.
Saludos desde El Bierzo
De las crisis, tal vez, no salgamos indemnes. Como una fuerte marea, la recia mar nos sacude para intentar hundirnos en las profundidades o para hacernos llegar como náufragos a un puerto seguro. Puede que no importe siquiera esto último: somos marineros y navegar es la travesía.
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