Eterno saludo a un viejo amigo
Lloran los rosales, las azaleas y los lirios,
la huerta está triste y gime el gardenio,
la casa vacía, sin voz, sin amigo,
porque el jardinero se fue, cual brote tierno.
Lloran los viñedos, el peral y la higuera;
solitarios quedan los caminos,
las flores se ocultan entre la hierba,
porque la mano tierna se ha escondido.
Y lloran sus amigos el amor perdido.
No lloréis más queridos amigos,
no caerán vuestras lágrimas en el olvido,
pues vivirá en cada flor, en cada camino.
Y volverá de nuevo el jardinero,
en cada otoño, en cada primavera,
y con las flores silvestres de invierno,
lo sentiréis, caminando muy cerca.
Alonso Rodríguez
(Grupo Poético Brétema)
4 comentarios:
Amigo Alonso, hacía tiempo que no te encontraba aquí, me alegro. Las mismas higueras, los mismos perales, los mismos frutales y enredaderas, pero los jardineros que marcharon no han vuelto a cuidar lo que plantaron. Una Lástima. Saludos, Ceneme
Muy tierno y hermoso,un abrazo Teresa
¿qué queres que che diga? a min gustoume moito
Santi Brañas
Alonso: ¡ Qué hermoso poema que recoge la interacción entre el ser humano y la naturaleza !, en ese medio tan bello y amplio donde el amigo se movió y en el que los amigos , sin verlo sienten ...Gracias ci cariño María
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