Inmenso mar
Está quieta la costa,
quieta e inmóvil espera
al mar que se le acerca fiel
y fiel la besa y besa
cual encendido,
sereno, constante y
sosegado amante ...
Siempre presente y
entregándose. Juega
a alejarse, pero vuelve
porque la arena,
espera en la orilla,
quieta y serena.
¿Cómo olvidarla?
¡Si ella sintiera
que el mar infinito
se derrama en ella!
Desafiante está el cantil.
Dura roca se mantiene y
el mar ¿se rompe
cuando a ella se lanza
para abrazarla
y en espuma se deshace?
y vuelve al recomponerse
vuelve, vuelve...
Poderoso y fiel amante
llama y llega a la roca que,
insensible, no se mueve.
El mar abraza a la isla
en abrazo permanente y
suave o violento grita
que el infinito la envuelve.
Siempre fiel el mar:
poderoso, inabarcable,
misterioso se acerca
se derrama. Abraza,
se aleja y se queda...
María Palacios
(Grupo Poético Brétema)
4 comentarios:
Precioso María, el mar, ese amante fiel que nunca abandona la arena, que se aleja, se repliega para volver con más fuerza a buscar su compañera. Bonita dicotomía. Felicidades, Ceneme
Eu diría mellor relación de simbiose que se favorecen mutuamente e se comprenden. Bonitas prosopopeias.Fermoso, María.
Cedeira
Xosé Antonio Suárez de Aneiros
Muy hermoso tu poema. Siempre el mar y su movimiento es motivo de inspiración. Su agua está confinada por el lecho marino, sin embargo se mueve. ¿Quién posee a quién?
Daniel Uriza
Buen poema María, sobre el abrazo de la mar y la tierra, una relación de amor que va desde la pasión con sus tempestades a los mares en calma.
Una relación, que se acerca y se aleja como las mareas. El equilibrio de sus fuerzas marca nuestra vida en el planeta. Un abrazo, manuel carlos
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" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"