DÉJAME EL NIÑO
¡ Déjame el Niño! María.
¡Déjame tu Niño! madre .
Me veo sucias las manos
pero no pueden mancharle.
¡Déjame el Niño! María
que de estériles esfuerzos
y de inútiles afanes
están cansados mis brazos
pero se harán cuna ahora
donde puedes recostarle.
¡Oh! ¡Si! ¡ Cómo lo deseo!
Déjame tu Niño, madre.
Lo acercaré al corazón
y lo sentiré vaciarse
de tanto amor engañoso
que no satisface el hambre
de amor puro e infinito
que siente el hombre en su carne
Limpia mis manos, María.
Mi corazón limpia, madre
que el nacido de pureza
encuentre pura mi carne,
que mis brazos lo reciban
y todos los brazos se alcen
y un baño de tu pureza
renueve la tierra, madre
y arda en cada corazón
fuego purificador
para recibir al NIÑO
henchida el alma de amor.
María Palacios
(Vilagarcía de Arousa)
4 comentarios:
RITMO DESVORDANTE,INSPIRACIÓN CRISTIANA, REPETICIÓN POÉTICA
ENTRE CÍTARAS Y LIRAS. LO MÍNIMO ES HACER UN POEMA COMO ESTE DONDE SE RESPIRA CALOR POÉTICA Y NO HECHOS DE MOLDE O A CALZADOR. GRACIAS POETISA DE ESSA HERMOSA RÍA.
Muy dulce María...
Muy bonito...!
María, pienso que todas las madres,
se vacían con sus hijos en ese amor desbordante y todos los niños que nacen son dioses que van despertando a una realidad de lucha, de sufrimiento y a la vez de realización y de gloria. Precioso poema. Ceneme
Espero que hayais pasado una Feliz Navidad, igualmente os deseo Feliz año 2010. Que seais colmados de bendiciones, que alcanceis todos vuestros sueños, que nada os cause dolor ni tristeza y que seais amados como, sin duda, mereceis.
Un fuerte abrazo.
Teresa
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