LA COMETA
La cometa sube.
Sube la cometa.
La cometa blanca
se eleva, se aleja.
Quiere ir más lejos
alta, rauda, suelta .
Quiere subir más
y se siente presa.
Se quiere soltar.
¡Suelta cuerda! ¡Deja!
Que me invita el viento
a ser su pareja.
Que me mece suave,
me abraza y me lleva
en sedosas alas,
para bailar juntos
en danza perpetua.
Me invita a llegar
hasta las estrellas,
cerca de la luz
que alumbra y no quema.
¡Deja! Que me mece,
me abraza y me lleva
siseando suave,
en alas de seda...
Libre, como el viento,
sube la cometa.
El viento la abraza,
la mece, la lleva...
María Palacios
(Vilagarcía de Arousa)
5 comentarios:
Estupendo María, ese vuelo de la cometa, siempre a capricho del viento, pero siempre bien sujeta. Ceneme
Preciosa María, esa agradable sensacción de la cometa deslizandose entre los vientos que soplan desde el poema.
Un beso.
La cometa ondulada por el viento, la cometa, ¿qué será la cometa? Los pensamientos del poeta, que se mecen con el viento de la inspiración, que es la ternura, el amor de las palabras que van y vienen, que ascienden y descienden con la música y el ritmo de la poesía...
Un beso que el viento a ti lleva,
Xermán
Hermoso poema María y hermosa también esa sensación a libertad que emana de ese vuelo de la cometa.
Engañosa libertad de la cometa y limitado su vuelo. Un poema didáctico que nos enseña lo valioso de ser libres, sin dependencia.
Somos, al igual que la cometa, seres libres pero limitados, unidos también por un hilo invisible. Alcanzamos la plenitud de nuestra verdadera libertad cuando ese sedoso y fino hilo se quiebra para dejarnos volar.
Un beso, Pilar.
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