Que nadie te dé la libertad,
porque entonces, ya no serías libre.
LIBERTAD
Cuando los fríos vientos de la insidia
arrasen los campos de la lealtad,
convirtiéndolos en marionetas de perfidia
manejadas por los que dicen poseer la verdad…
¡Grita, libertad!
Si en nombre de la ley y el derecho
te privan de tu trabajo y de tu pan,
arrancando los latidos de tu pecho
porque tu voz desean callar…
¡Grita, libertad!
Contra aquellos, que amparándose en su ideal,
siegan del humano la vida,
erigiéndose en dioses de su igual
y su mente guerrillera te asesina…
¡Grita, libertad!
Cuando la bota del poder te aplasta
reventando aquí y allá mil vidas,
cual niño que a guerrillas juega
hasta que el cielo de sangre salpica…
¡Y cuando ya no puedas más
y que tu mente no pueda razonar
agotada de tanto pedir justicia y paz,
y que tu voz, no la quieren escuchar…
Entonces, ¡cierra tu mano con fuerza
hasta que los huesos crujan,
que de su palma sangre surja
por la furia traspasada!
Con signo fiero, y no humillado
eleva tu puño al cielo
y la ensangrentada mano ¡expande!
mostrando furia, dolor y sangre.
¡Qué el grito sordo brote de tus dedos,
qué la rabia queme tus ojos,
al tiempo que tu pulmón revienta
y grita…!
¡¡ Grita: Libertad… libertad…!!
¡¡Libertad!!
Alonso Rodríguez
1 comentario:
Aloso, precioso poema que ya he escuchado en algún momento recitar, pero leerlo me impresiona más. Felicidades. Ceneme
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