¿Adónde vas, viejo campesino
con hoz, azada y otros enseres?
Hasta ellos conocen el camino,
hasta los tojos saben quién tú eres
Todos los días, herramienta en mano
te veo contra los tojos luchar
Ellos son fuertes, querido anciano;
tu corazón no podrá aguantar
Tú eres uno, tienes una vida;
ellos son muchos y renacerán
Con tu fisonomía abatida,
un día te mueres, ellos brotarán
Ya diste frutos; ahora descansa,
no hagas caso a lo que resiste,
lleva tu vida serena y mansa,
siempre es el último el día más triste
Te quiero mucho, viejo campesino
pero con vida; por eso te digo:
sal a pasear por el mismo camino
sin herramientas, yo iré contigo
¿Adónde te llevan, querido anciano?
Ya no me oyes. ¡Qué vayas con Dios!
No ves la gente pañuelo en mano
a llantos, dándote el último adiós.
Marlene H. Pérez
3 comentarios:
Soy hija de campesinos e hija del campo por tanto. Mis padres, ya jubilados, fueron campesinos y yo misma sigo siendolo aunque no lo tenga como un medio de vida. Una poesía tierna y nostalgica, con sabor
agridulce que evoca mi infancia.
Marlene, una observación muy bonita, entrañable y real, dicha een castellano, que pienso quedaría mejor en el lenguaje del campo. Felicidades.
Ceneme
Si Ceneme se refiere al idioma, sería una pena si la poesía estuviera escrita en gallego. No soy gallego y no la entendería. En todas las partes del mundo existen campesinos.
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