Cargados de condenas


Cargados de condenas

Con fatiga e calor
foi o prisioneiro.
Onde antes era
branco coma Islandia
agora era laranxa
de Arizona contaminada
e vermello de fusta
  de sheriff.
Naquel deserto
ía cargado de pedras
para construir
a casa de ninguén
e o cárcere de todos.
-Vai máis rápido!
-Quickly! Quickly!.
Era imposible
    correr
co peso do mundo
enriba,
e coa suor
da debilidade
non precisou
  sangrar
para morrer,
xusto no semicírculo
do Sol
no terceiro cacto
un día dos noventa
na Arizona sen antílope
e sen xusticia.

Marta Quanah

(Vigo)



Más allá de la mirada


Más allá de la mirada

tengo miedo
de cerrar mis ojos
al camino de calma
de tu serena mirada
pero el cansancio
vence mis párpados
y tu mirada queda
queda voz del alma
que guarda una eternidad

amo beber de tus ojos
después de cruzar
el desierto
es un amanecer
después de caminar
a ciegas
amo encontrarme
con la dulzura del panal
que detiene
mis sentidos

Daniel Uriza

(Argentina)



A la higuera



A la higuera

Al  árbol retorcido, ceniciento,
de  rompible madera blanqueada,
con  ramificación sutil cruzada
y palmatilobada fronda al viento;

con chaparra efigie como ornamento,
que al ser su púber cáscara  dañada,
vierte astringente sabia lacteada
sobre leves raíces del sustento.

Y su andrógina oculta florescencia
transfigurada en  médula carnosa,
con dulce, blanca y roja infrutescencia.

Cuantas veces desprecie tu fructosa,
y llevé la corona, en penitencia,
de espinas por la pérfida flor rosa.

Enrique Fernández Castro

(Redondela)



Canto al viento del norte


Canto al viento del norte

¡Oh!, Duro viento del Norte, tu aliento sopla en este otoño
Las hojas muertas anuncian tu presencia
Como fantasmas revolotean en singular cielo
Y en tus alas llevas su incomparable esencia

Podredumbre de hojas miles que a morir destinas
Que en carro alado a tu cama has trasladado
Sus semillas esparcidas frías en todas las esquinas
Cada una un cadáver en su tumba has sepultado

Que tu hermana, la primavera sople de nuevo
Y su clarín sobre la tierra soñolienta llene
Con capullos perfumados para que su aliento oree
Las colinas, los bosques que tu viento mueve

Espíritu salvaje, que te circulas por todas partes
Destructor y creador, ¡Escúchame, ¡Oh!, ¡Escúchame!

Ceneme
(Grupo Poético Brétema)


La nave del olvido




La nave del olvido

En el desierto de los desiertos,
donde se aloja  la nave del olvido,
esa que carece de átomos,
células
e injusticias,
es hoy un faro
en el horizonte,
ya que el globo
se tiñó, en parte,
de abogados corruptos,
jueces inmorales
y procesos injustos.

Chicha Cerecedo Rego

Pobra do Caramiñal
(A Coruña)





Crepúsculo


Crepúsculo

En un crepúsculo invernoso
con rosado atardecer,
de nubes blancas y rosas
que asemejan  un gran corcel,
las nubes corren y corren
al unísono del viento.
Yo, afanosa estoy cosiendo,
niña y mujer a la vez,
estoy haciendo un vestido
para una linda muñeca,
le hará una gran ilusión
a mi hermana que es pequeña.
Ella, no sabe ¡infeliz!,
que nuestra madre se muere,
una llamada a la puerta
conturba mi corazón.
¡Vente!, que tu madre ha muerto.
Tiro mi costura al suelo,
la muñeca espatarrada,
su vestido y mi contento,
desolada voy corriendo…
Adiós mis años floridos,
llegan ya los sufrimientos,
el crepúsculo oscurece
como oscurece mi vida,
no me cubre Sol, ni Luna,
sólo amargo sentimiento.
Pero al pasar de los años,
cuando llegan los inviernos,
aún miro el atardecer
recordando aquellos tiempos.
Al mirar las nubes veo,
caballos y crines al viento,
como los cuatro jinetes
que llevo en el pensamiento.

Gloria Teiga Freijomil
(Grupo Poético Brétema)



“Los Santos”


“Los Santos”

    Día de todos los Santos
Unos vivos y otros muertos,
Todos los “Santos” con vida,
Todos van al cementerio;
Y todos los que no lo somos
Ni por foto, ni por recuerdo
Con toda nuestra basura
Nos vamos al cementerio.
Ahora nos vamos a pie,
Pie más tarde delantero.
Un día recordarán
Nuestra vida, nuestros miedos
Alegrías y pesares.
Nosotros tampoco oiremos
Como tampoco nos oyen
Aquellos que ya murieron.
     Día de todos los Santos
Todos cubrimos de flores
Las tumbas de los amigos.
Rezamos las oraciones
Para que sus almas salgan
De cadenas y prisiones.

Asunción Merayo Fernández

(León)


Recordando a Platero



Recordando a Platero

Cuando de clase salieron
Encontraron en el camino
Una burra que atendieron
Porque era lo más digno.

Ella se estaba quejando
En la misma carretera,
Más todos colaborando
La pusieron en la acera.

Muy cerca hay un molino
Donde ella trabajaba,
Ahora transporta vino
Y está muy descuidada.

Pero ella que está gestando
Necesita más cuidados,
Y los niños colaborando
Sin estar acostumbrados.

Ella no tiene ni nombre
Pero le sobran insultos,
Y pasa bastante hambre
Por tener dueños incultos.

Que daño hacía la pobre
Porque siempre trabajó,
siendo obediente y noble
desde el día en que nació.

En un lavadero cubierto
Ella a luz dio.
Él, vivaz y muy despierto,
Su alegría le devolvió.

Justo al lado hay un huerto
Que su dueño abandonó,
Más celebrando su acierto
Ella en el terreno entró.

Comió todo lo que quiso
Y muy contenta marchó.
Al recordar a su hijo
Que en el lavadero quedó.

Pero nada más llegar
Arrumacos y cariños,
Mientras le da de mamar
Y regresan ya los niños.

Ellos viendo al borrico,
Piensan todos a la vez,
Cual Platero en el hocico
Y también en la tez.

Gentes que allí estaban
Muy cerca y así lo vieron,
Mil gracias a los niños daban
Por la lección que aprendieron

Ya en casa reunidos
Y dirigiéndose a todos
Seguir siempre así de unidos
Y os dará suerte Dios.

La tía abuela Manuela
Lo que siempre deseó
Respetar es buena escuela
Todo lo que Dios creó.

Félix Loira

(Grupo Poético Brétema)

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