EL CORTO DE LUGO

EL CORTO DE LUGO

 

¡¡El tren corto de Lugo!!. Lo recuerdo muy bien,

me veo en el andén del viejo Guitiriz.

Llovizna mansamente y anuncia su llegada

sonora campanada de aquel tiempo feliz.

 

La entrañable estación, en mi mente percibo.

Recuerdo el seto vivo de arrayanes y boj,

me embarga de emoción su fuerza evocadora,

y miente falsa hora, el clónico reloj.

 

Se oye largo silbido del tren en lontananza,

por tierras de labranza  cruza el paso a nivel,

le responde el aullido de un perro vagabundo,

y el  tañido profundo del campanario aquel

 

Circula retrasado con ligera demora,

hay que ajustar la hora, como es habitual,

hay que arañar minutos acelerando el paso,

y alcanzar sin retraso la estación terminal.

 

Es su locomotora mas propia de un museo,

que del duro ajetreo que le impone el deber,

se llama "Villalpando" y en su férreo costado

un letrero adosado nos lo hace saber.

 

Al  tren "corto de Lugo" lo miran los bovinos,

con los ojos cansinos y su manso rumiar.

Al borde de la vía va un pequeño regato,

hasta hace poco rato llovía sin parar.

 

Llegó la vieja máquina chirriando en la frenada,

viene rota y cansada de tanto caminar,

resopla mil vapores por las viejas heridas,

apenas recosidas, a medio restañar.

 

Con un fuerte pitido, agudo y lastimero,

nos dice el tren ligero que pronto ha de partir.

La gente sin apuro se sube a los vagones

dándoles apretones quien los fue a despedir.

 

Habrás de ser feliz viajando en este tren,

yo se que en el andén de la última estación,

con febril inquietud por el ansia de verte

te  espera la gran suerte de amante corazón.

 

Cansino y dolorido el "corto" traquetea,

va llegando a la aldea más alta del lugar,

luego, se precipita raudo por la pendiente,

alegre y sonriente pues ya se huele el mar.

 

Y termina orgulloso su quehacer cotidiano,

de buen samaritano, dispuesto a descansar ,

hasta el siguiente día, de nuevo uncido al yugo,

aquel corto de Lugo difícil de olvidar.

 

Fernando Pérez

(Vigo)

 

Blog de Fernando:

http://fotosocurrenciasyhumor.blogspot.com/

 

 

 

 

 

 

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosa esta historia que cuentas de este tren de cercanías, pero falto de comodidades y que no llegaba nunca. Trenes de vía estrecha de países pobres y sin recursos que esperemos por bien de las generaciones futuras desaparezcan pronto, aunque sintamos nostalgia. Felicidades. Ceneme

Pilar García Piñeiro dijo...

Desde niña siempre he sentido el recuerdo del trén. Añoro aquellas viejas locomotoras de vapor y su cadente y estridente ruido tan característico y peculiar. una buena semblanza de algo tan querido.
Un beso, Pilar.

Fernando dijo...

Querido amigo Ceneme: Ademas de ser un eximio poeta, eres uba hombre afectivo y cariñoso. con tus cumplidos y felicitaciones que te agradezco muchisimo
Un fuerte abrazo. Fernando

Fernando dijo...

Parece que coincidimos Pilar, en nuestras aficiones y en nuestras añoranzas. ¡Que bellos eran aquellos viejos trenes! ¿Verdad?
Gracias por tu afectuosa valoracion-
Besos
Fernando

Manoel Xosé dijo...

Mis más sinceras felicitaciones por tan entrañable poema. También a mí me traen recuerdos de mi niñez. Un saludo, Manoel Xosé.

Fernando dijo...

Hay cosas, Manuel Xosé, que son evocadoras por naturaleza y evidentemente, el viejo ferrocarril es una de ellas. Gracias por tu cariñoso comentario.

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