Maldita muerte que llegas...

Maldita muerte que llegas

y al acecho nos vigilas,

sigilosa entre las sombras

nuestra suerte predestinas.

 

Maldita muerte que ausente

nuestros pasos encaminas,

y apareces de repente

para segar nuestras vidas.

 

Eres fantasma en lo oscuro,

eres cuervo ennegrecido,

eres viento de la noche

con furor enloquecido,

eres dolor, eres llanto,

eres tristeza y gemido.

 

Isaura Lago

Si pudieras despertar

Si pudieras despertar

 

Tu voz no puede gritar

porque es un claro desierto,

que te has ido, que te has muerto

y ya no puedes cantar.

 

Tampoco puedes soñar,

que tus sueños ya se fueron

y entre nubes confundieron

si era llover o llorar.

 

Curaría tus heridas

si pudieras regresar

de ese eterno dormitar,

de esas noches tan perdidas.

 

¿Y las mías quién las cura,

si abro los ojos sin ver,

quién me podrá devolver

tu sonrisa y tu ternura?

 

Tampoco me puedes oír,

ni yo te puedo escuchar.

¿Podrán mis manos luchar,

amar, odiar, sentir, vivir?

 

Quiero morirme un poco

y en el camino encontrarte,

despertarme y despertarte

de este sueño tan loco.

 

De esta locura salvaje

que recorre mis entrañas,

que ya no sé si me engañas

o es verdad este ultraje.

 

¡Ay, si pudieras despertar

de una o de otra manera!

¡Ay, si pudiera pudiera

el mundo dejar de girar!"

 

Emilio Gómez

(Cantabria)

Palabras sencillas

Palabras sencillas

 

Palabras sencillas para ti papá

Eres como la gota de lluvia que me acaricia

No fuiste un sueño me diste mucho amor

Respira mi alma todavía tu candor.

 

Te fuiste hace mucho tiempo a un largo viaje

Eres como la flor que siempre renace

No he olvidado tu suave olor

Doloroso fue decirte adiós.

 

La nostalgia en el alma se cierra

Te añoro papá, aquí en la tierra

quedó el sonido de tus pasos al caminar

Eres de mi jardín la verde hierba.

 

Quisiera cogerme de tu mano

pero nuestro tiempo ya está consumido

Como la campana que guarda su sonido,

guardo el consuelo de estar en el cielo contigo

 

Para ti hice mi verso en este día

Como el aire te necesito en mi vida

Grita mi corazón y la pena cierra

Día del padre, te recuerdo en la tierra.

 

TERESA CARIÑO

 

 

A un petirrojo

 

A un petirrojo

 

Acampas con tu pecho almidonado,
que por prieto y garboso pareciera
una roja chaquetilla muy torera,
sobre mi plinto verde ajardinado.

Pareces un maestro apresurado
que en su salida al ruedo dirigiera,
su paseíllo corto hasta la vera
de las migas de pan que he derramado.

El agua de la lluvia es ambrosía
que empapará la voz de mi poesía
para darte a beber en el estiaje

y te veré de nuevo en primavera
luciendo con orgullo en la pechera,
colorín, colorado, tu plumaje.

 

Fernando Jiménez-Ontiveros Solís

Torrelodones, Madrid

 

ADIOS SOLEDAD

ADIOS SOLEDAD

 

Mi soledad

llorando me dijo

que quería marcharse.

 

Y me dolió

en mi costado

su partida

su grito callado.

 

Se marchó

con su traje de luces

y en sus manos

una rosa roja.

 

Y yo me quedé

solo más solo

que el silencio

en su silencio.

 

Hernán Pazos Girón

Piura (Perú)

 

 

 

NOSTALGIA

NOSTALGIA

 

Y se fue perdida en el vacío,

mi alma en busca de tu alma

Y se fueron también mis sentidos,

en busca de lo que antes disfrutaban

¿Dónde fue la seda de tus manos

que con ternura mi cuerpo acariciaban?

¿Dónde fue la mirada de tus ojos

que con su luz mis noches alumbraban?

¿Dónde fue el sonido de tu voz

que buscándola perdido no encontraba?

¿Dónde fue el perfume de tu cuerpo

que en las noches de amor me embriagaban?

¿Dónde están los hilos de tu pelo

que entre mis dedos misteriosos se enredaban?

¿Dónde fue de tu piel el terciopelo

que mis dedos recorrían cual guitarra?

¿Dónde está el jadeo silencioso

que en las noches de amor nos devoraba?

 

Cuando las sombras lo cubran todo,

sólo quedarán tus recuerdos y los míos

Cuando tú y yo nos hayamos ido,

sólo quedarán en el polvo cenizas, en el tiempo olvido

 

Ceneme

L A P R I M A V E R A

L A   P R I M A V E R A

Ya llega la primavera
y me invita a florecer
tan pronto como el almendro
y el espino en la ladera

Me llama la primavera
y, si añosos, resquebrajados,
están los troncos plantados
la savia circula nueva
y muestra bella la vida
al llegar la primavera.

La primavera me llama
y me invita a florecer.
El invierno ha depurado
lo que estaba deformado
y se muestra inmaculada
y pura como una niña
y en ofrenda, cual doncella,
se hace madre plena y bella.

Gesta la vida en la tierra.
Sabe que ha de madurar.
Nos la entrega y se repliega.
Deja la antorcha encendida
y, florecida la tierra,
en silencio, se retira
hasta que vuelva a llamar.

Me llama la primavera
y me invita a florecer
y a beber la luz y fuerza
de su eterno renacer

María Palacios

La puesta de sol...

La puesta de sol

es tan bonita en esta noche…

El cielo se hace fuego

y a lo lejos se escuchan los ecos de un helado temporal

quebrantar el horizonte.

Apenas un halo de luz perfila el universo,

pero es tan profundo lo que siento que quisiera quedarme aquí

y ser rayo de fuego como él,

pero sé que sólo es un instante,

que se ha de ir.

Y tardaré mucho en ver

una luz tan viva como la de hoy y tardaré mucho en sentir

lo que yo siento.

¡Qué pena cuando me siento libre,

qué pena cuando el universo se transfigura de su traje amargo!.

No todos los días se puede soñar…

no todos los días sopla un viento dulce como el de hoy…

siento que este momento es único.

 

Jean Carballo

 

Cuando te olvidas de mí...

Cuando te olvidas de mí...


Cuando te olvidas de mí
vuelvo a perderme
en el infinito espacio de la nada...

Cuando te olvidas de mí
mi alma no encuentra la luz
y se vuelve oscura...

Cuando te olvidas de mí
el mundo sigue su curso
pero el mío se detiene a tu espera...

Cuando te olvidas de mí
mi alma llora...

Reina

(Buenos Aires- Argentina)

A Camelia

A Camelia

 

Vin caer unha camelia

ós meus pés caeu ó chán,

non vín cousa máis fermosa,

nin de ruido tan levián.

 

Era moi linda, vermella,

acabada cal xazmín,

non me deu tempo a pillála

no seu vóo de serafín.

 

Qué mágoa! Hai pouco estaba

no camelio, cal raíña,

veu unha brisa e nun intre,

caeu coma unha pompiña.

 

Era o día dos namorados,

ó coller tan linda flor,

levéina nunha carreira

para darlla ó meu amor.

 

Doucha con todo agarimo,

dixen, toma íste agasaio

en proba do meu amor...

colleuna con un salaio...

 

Manolo de Rinlo

Aunque no te tenga...

 

 

Aunque no te tenga me cubren tus brazos,
si al pasar el tiempo se alarga mi estancia
entre los murmullos de las noches mías.

Aunque no me llames tu voz es potente
siento a cada instante que te tengo adentro
siento que tu fuerza recorre mis fuentes.

Aunque no te vea el viento te acerca
te anuda en mi pelo, te ata a mis sueños.
aunque no me beses tus besos se extienden
sobre mi pradera sedienta que espera.

Aunque ya no quieras sentirme me sientes,
porque somos esos que nunca se mueren,
porque fuimos agua, fuego y tierra candente,
por eso te espero, sintiendo en mis labios tu fuego.

 

María del Rosario Alessandrini

 

Santa Rosa- La Pampa (Argentina)

¿POR QUÉ...?

¿POR QUÉ...?

 

Siempre nacemos

como los desdentados,

a veces con vello

y arrugados

Sin embargo

nos tienen mimados

y aun siendo llorones

somos amados

Cuando crecemos

cualquier actitud

es cosa moderna

de la juventud

Ni de lejos sabemos

qué es la gratitud

Salir de juerga

es señal de salud

 

Cuando envejecemos

ya tenemos experiencia

casi nadie nos quiere,

no tienen paciencia,

somos un estorbo,

algo en decadencia

y es cuando nos mandan

a una residencia

Cuando morimos

alguien se acuerda de llorar

quizá por remordimiento

pero hay que aparentar

que nos quería

y cuando a la vejez llegar

no imagina

qué le puede tocar.

 

Marlene H. Azevedo

 

ENCUENTRO

ENCUENTRO

Te busqué en mis pensamientos
En los sueños de mi corazón
Que de amor estaba sediento

Te busqué entre las sombras del desamor
En los fríos bosques de la soledad
En los mares revueltos del dolor

De pronto apareciste tú
Con tu sonrisa encantadora
Cegándome con tu luz

Siguiendo tu brillante estela
Las sombras desaparecieron
Y el invierno se hizo primavera

Dejé el pasado atrás
Con sus tristezas y agonías
Y quise al futuro mirar

Un futuro esperanzador
Con nuevas ilusiones
Un futuro lleno de amor

 
Mª DEL CARMEN G. SEGALÉS
   (BARDITA)

IMÁGENES DESGARRADAS

IMÁGENES DESGARRADAS

 

Imágenes desesperadas que pobláis mis sueños intranquilos,

imágenes desgarradas que acuden a mis duermevelas,

poblando mi descanso interrumpido.

 

Manos tendidas que se acercan en demanda de auxilio,

manos presurosas tendidas en pos de cariño,

manos que no logro alcanzarlas

por que al tocarlas se convierten en humo desvaído.

 

Despertar húmedo y frío en noches de estío,

dolor, lágrimas, imágenes vivas y desesperadas,

fruto de mis entrañas, estás lejos de mi vida,

tan sólo acudes a mi lado, en imágenes veladas.

 

¡Te alejas, huyes sin pensar en tu destino!,

¡Me anulas, me borras de tu vida,

sin saber que sigo tu camino,

hasta que logre encontrarme contigo!

 

¡Gira la cabeza, mira hacia atrás!,

¡Párate, piensa, recapacita!,

verás como gritas,

¡Es mi madre

me necesita!

 

Mª Luisa López Castro

 

OS CESTEIROS

OS CESTEIROS

-cancionero-

 

Somos os pobres cesteiros

Hai cestos que compoñer!

Pobriños de nosoutros

que vamos a morrer.

Non sei si é de fame

ou si será de tos,

entra po-la boca

e sale po-los pés,

porque este mundo

foi feito o revés.

Cantando vamos pra vila

po-la calle Real,

quedan as señoritas metidas

dentro do portal.

Elas moi empolvadas

salen o mirador,

falando po-los dedos

faladiñas de amor.

E van po-la calle

trinquilintrín,

parecen unha rosa

do mes de abril.

E eu como elas

vouche tamén,

aínda que os cesteiros

non somos ninguén.

 

Alonso Rodríguez Galego

Cómo pasan los años

Cómo pasan los años

 

Cómo pasan los años,

con qué exquisitez…

Cuántas ideas

revolotean por nuestra mente

como águilas voladoras

sin poderse detener.

 

Cómo pasan los años,

con qué exquisitez…

Cuántos sueños se marchitan

y otros vuelven a renacer

con la esperanza siempre viva

de alcanzarlos alguna vez.

 

Cómo pasan los años

con qué exquisitez…

cuando en la noche duermas

y te sientas desfallecer,

piensa, bien mío,

que la vida es sueño

para despertar otra vez.

 

José Tizado

NOSTALGIA DE TREN

NOSTALGIA DE TREN

 

Pasa el tren, el tráfico se detiene. Inevitablemente se genera una pausa.

 

Cada vez que algún tren, muy ocasionalmente, interrumpe mi andar en alguno de los pocos pasos a nivel activos que se encuentran en la ciudad, un cierto aire de nostalgia se apodera de mis pensamientos.

 

Cuando yo era un niño, el tren pasaba a unos ciento cincuenta metros de mi casa, y era tradicional, si estábamos jugando cerca de allí, ir hasta las vías para saludar el paso de aquellas moles de acero cargadas con pasajeros con los que nos saludábamos.

 

Esperábamos su paso hasta él último vagón, que era, recuerdo, casi siempre anaranjado y como punto final el guarda parado en él, nos enviaba el último saludo.

 

Siempre sentí que si hay un medio de transporte que genera esa sensación mágica de estar viajando, ese es el tren.

 

Con su repiqueteo de durmientes, con sus bocinas, con sus ventanas panorámicas, con ese andar un tanto cansino.

 

Hoy, los trenes con pasajeros son poco más que una rareza en nuestra ciudad y obviamente ya no pasan cerca de mi casa.

 

Los galpones del ferrocarril abandonados, saqueados y descuartizados, dan una imagen de tristeza y llenan de impotencia el corazón.

 

La estación de Belgrano, hecha añicos por la desidia y la falta total de respeto por un patrimonio que es de todos, pero a la hora de hacerse cargo parece que no es de nadie.

 

¿Cómo se puede explicar que mientras en el mundo el ferrocarril es uno de los medios de transporte que más ha evolucionado, en mi país haya sido literalmente abandonado?

 

Es inevitable para mí preguntarme que sentirán ellos, los viejos trabajadores ferroviarios, que ya sea en los talleres, en el riel o conduciendo locomotoras, entregaron su vida para que hoy las cosas pudieran ser algo distintas.

 

Los ferrocarriles fueron uno de los orgullos que este país supo tener.

 

Fueron símbolo de unión nacional, de trabajo, de país que se mueve.

 

Los ferrocarriles fraternizaron al país, uno podía sentir que a través de aquellas líneas paralelas de acero, se conectaba con un compatriota suyo a miles de kilómetros.

 

¿Cuántos pueblos nacieron a la vera de las vías del tren? ¿Cuanta gente podía salir de su pueblo perdido en un recóndito lugar del país, gracias al tren?

 

Hoy, saliendo de lo que puede ocurrir en Buenos Aires o alguna que otra ciudad importante, sólo nos quedan los fantasmas.

 

Tan fantasmas como quedaron aquellos pueblitos que murieron cuando el tren dejo de llegar, dejándolos abandonados.

 

Mientras veo que el tren que me había interrumpido el paso va llegando a su final, trato de no perder la ilusión de que alguna vez recuperaremos este patrimonio que nos enorgulleciera en otras épocas.

 

Una vez más he perdido la cuenta de la cantidad de vagones que pasaron frente a mí. Cuando era niño esto no me pasaba, no sé si será la edad o la falta de práctica, quien sabe.

 

Un silbato lejano sigue anunciando su  paso y acá en el último vagón un hombre mira fijo hacia un punto lejano de las vías, quizá pensando en lo mismo que yo. No sé por qué de pronto dirige su mirada hacia donde me encuentro, y yo como entonces, levanto y sacudo mi brazo, y él me responde instintivamente y parece sonreír.

 

Ahora el tren nos cede el paso y el tráfico retoma su ritmo, yo cruzo las vías calientes que aún tiemblan y me alejo sintiendo que la magia del tren no se borrará jamás y que tal vez aún haya esperanzas de volver a ver aquellas caras asomadas a sus ventanillas, mirando paisajes nuevos, cargadas de ilusión o simplemente soñando con un encuentro.

 

Mientras me alejo, de pronto un pensamiento loco me gana el alma: siento que si en algún momento tuviera que realizar el viaje final que me lleve a la otra vida, me gustaría que ese viaje fuera en tren.

 

DIEGO DOBLER

(Argentina)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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