Paradojas

Paradojas

 

Tic, tac,

   tic, tac,

           tic, tac…

 

El tiempo va pasando

len

      ta

              men

                       te

Ironías del presente en nuestra mente,

paradojas de un destino intransigente.

 

Tic, tac,

             tic, tac…

 

Las agujas del reloj van avanzando

y las horas no terminan de cuajar.

El olvido se ha cebado con los sueños

y la vida se ha tenido que pausar

 

Tic, tac…

 

 

En el rostro viene el tiempo

ya marcando,

las arrugas que le quedan por labrar.

Los minutos se convierten en segundos

y las horas ya no cesan de volar…

 

¡…!

 

 

"Ironías de la vida que aceptamos

cuando ya no queda nada que soñar.

Paradojas que golpean nuestra mente

cuando el tiempo corre y corre sin parar"

 

Manoel Xosé

Ven!

Ven!

(A todos os galegos da xeración perdida)

 

Chamei por ti

e non viñeches;

busqueite polas sombras da noite

e non te atopei;

apalpei pola néboa esparramada

e non te collín;

berreiche pola vida alonxada

e por alí perdinte.

Ouh Galicia, non te afastes máis de min!

ven!

non deixes que me vaia

pola noite impensada,

pola néboa escurecida,

pola vida inacabada.

Ouh Galicia, cédeme unha man,

unha man achegada,

unha man amiga,

unha man apertada!

Ouh Galicia, dáme sequera iso, unha tumba,

unha tumba que garde a miña nada,

unha tumba que teña sempre xunto a ti

a miña alma!

 

Serxio López-Corona Martínez

 

El hombre libre

El hombre libre

 

El hombre libre

vale más que una vida,

un hombre que no es libre discute,

se enfada.

El hombre libre aprecia el tiempo

en que respira,

el hombre que no es libre se ahoga

y al final se rinde.

 

Puedo tener miedo

y llorar

y vivir, pero cuando el fulgor de mi alma

te cerque, déjate llevar

por mí porque te conoceré

del todo.

 

El  hombre libre

vale más que una vida.

Como el sentimiento.

Cuando se desnuda.

 

Jean Carballo

 

 

 

A ese hijo que todavía no conozco

 

 

 

 

A ese hijo que todavía no conozco

 

Veía al niño

en sus ojos,

en sus pupilas, en sus miradas dulces

y tiernas.

Veía al niño en su lecho,

en su cuarto, en la soledad

transparente y mágica

que llenaba aquellos momentos

compartidos.

Veía al niño

mago,

aunque no le sentía

ni le tocaba.

Sólo a ella.

 

Rozaba el niño

cuando rozaba su vientre

y sus ojos, cuando acariciaba su piel

y su sangre.

Rozaba el niño cuando era un dibujo

en el iris, en el arco iris,

en la luna.

Y le desnudé entre mis brazos

para tocarle yo también

como le tocaba a ella

cuando estaban dormidos,

cuando estaban desnudos

y a solas.

Tocaba al niño

cuando le tocaba a ella

y sentía sus voces

de ángel.

Tocaba al niño y sentía miedo

por mí, pero después le tocaba a ella

y le sentía entre mis dedos

como el cáliz.

Ya había empezado a quererle.

 

Jean Carballo

 

 

 

DIVERSIDAD

DIVERSIDAD

 

La noche sigue al día

La tempestad a la calma

La tristeza a la alegría

La escasez a la abundancia

 

Los días grises traen días de sol

El amanecer camina hacia el ocaso

El vendaval en suave brisa

La montaña nace en suelo raso

 

Disfruta de la diversidad

Cada momento, gloria o fracaso

Cada persona es un universo

que respetar en su trabajo

 

Hoy hay oleaje

Mañana estará en calma el mar

Hoy estoy lleno de coraje

Mañana no podré caminar

 

Así es todo cambiante

Todo es diversidad

No podemos hacer nada

Sólo vivir y aceptar

 

Ceneme

 

Que ledicia Rosalía...

Que ledicia Rosalía poder estar ó carón

das cousas que usabas tódolos días!

No salón están os teus recordos a túa Obra

e a do teu home Murguía.

As pinturas do teu fillo Ovidio que morreu moi

novo, o único home da túa familia.

Fun a cociña e senteime na lareira, alí estaba

a sella para a auga, o asador para a carne

e a fiolleira, o pote de facer o caldo colgado

na gramalleira. Entrei no teu cuarto e alí estaba,

a rosa vermella pousada na túa almofada,

lembreime de Maruxa que tanto te quixo

e te admirou, pasou toda a vida coidando da túa

casa en Padrón, ela era a que puña tódolos días

unha rosa vermella na túa habitación.

Andiven polo teu xardín tan fermoso cheo de árbores,

plantas e flores, vin a casa onde vivía Mauxa que

está nos arredores; na longa esqueira de pedra, o

noso grupo de poesía Brétema, sacamos unha foto

para nos lembrar de que fomos a túa casa a recitar.

 

Candela

 

XENTÍO A UN SON BERREGANDO

XENTÍO A UN SON BERREGANDO

 

Sempre vas, mulleriña,

polas rúas berrando

as túas teimas e as túas cousas

sen saberes ata cando.

Sempre vas, mulleriña,

co teu berro esgazado

pola sombra da multitude

que por dentro tamén vai chorando.

Sempre vas, mulleriña,

pola miseria en anacos,

¿andas a redimir pola esmola

recollendo os remorsos

da conciencia dos fartos?

Sempre vas, mulleriña,

feita de dor e de laios,

de amor de pan reseso

e caridade de farrapos.

Ven, mulleriña, deixa que te limpe;

deixa que che estiñan o escarnio das feridas;

deixa que agochen con incenso

a túa andaina polo tempo e a vida.

Mira, aquí tes unha flor,

unha poesía,

un pouco de comprensión,

un aloumiño de mel

para o teu corazón.

E tamén un can vello para que te lamba e agarime

e un contedor do lixo con moitas cousas

con que te agasallan

as mans abertas e xenerosas.

É un xeito de amarte nas rúas.

Soñaba eu, soñabas ti, soñaban eles...

e tamén soñaba Deus.

 

Serxio López-Corona Martínez

BENDITA ENFERMEDAD

BENDITA ENFERMEDAD.

He vuelto a escuchar un rumor.


Dicen que una silenciosa legión de hombres y mujeres crece y crece en silencio, preparándose.


En silencio tratan de ganarle cada día la batalla a la resignación y al desgano.


Ellos han visto y sufrido traiciones, desilusiones y entrega por parte de quienes eran sus representantes.


A veces a algunos caen por cansancio, otros por debilidad y los peores por la simple conveniencia egoísta de salvarse sin importar la forma.


Los que siguen lo hacen entregados a la esperanza de ver realizado el sueño colectivo de ideales que se apoyan muchas veces en el sentido común, en el amor, en el respeto.


No son seres perfectos, son seres que han elegido crecer, han sufrido sus errores, han lamido sus heridas y se han vuelto a poner de pie.


Dicen que están enfermos. Por eso los persiguen día a día con la vacuna de la resignación, del desaliento, del dejar pasar, del dejar de pensar.


En todo caso es un orgullo para ellos estar enfermos. Aunque desearían que esa enfermedad no tuviera razón de ser y fuera sólo un capricho inentendible o una rebeldía vacía de justificativos.


Pero la enfermedad se les alimenta constantemente. Viendo el paso de la devastación que han provocado los traidores, los entregadores, los piratas, los usurpadores, los opresores, los vividores.


Por eso te digo una cosa, acá ente nosotros:


Estas enfermo si tu sangre hierve cuando la piel, los huesos y la mirada de un niño apenas sobrevive en una blanca cama de hospital, por la infamia que significa morir de hambre precisamente en este bendito país.


Estas enfermo si te irrita la desnudez de otro niño que nació con tus mismos sueños y hoy te pide algo en cualquier esquina de tu ciudad.


Estas enfermo si te duelen los sueños muertos de ese viejo arruinado que empuja un carro ruidoso buscando su riqueza en la basura de los demás.


Estas enfermo si un día te das cuenta que nuestros símbolos y nuestra soberanía, nuestra independencia e identidad son solo souvenirs encajonados en algún escritorio al norte del continente.


Y sabes qué?


Bendita sea tu enfermedad, porque es la misma enfermedad que afecto a los más dignos HOMBRES de nuestra historia. Que los alentó a empuñar un lápiz o un fusil.


Aquéllos que entregaron sus vidas de mil formas para que las cosas hoy pudieran ser distintas.


Aquéllos que vieron la patria en su gente, en su pueblo, en el niño, en el viejo, en los hombres y mujeres humildes de corazón.


Aquéllos otros, héroes anónimos que vivieron llevando el ejemplo en silencio y soñando con un futuro mejor.


Bendita sea esta enfermedad que te invade y que quiera Dios nunca se cure. Porque en ella reside la esperanza de los débiles y los agotados que esperan de vos deseando que te mantengas enfermo por siempre.


Bendita sea esta enfermedad que te sangra en el desnutrido, que te irrita en el olvidado, que te subleva ante el soberbio, que te enoja ante el entregador, que te hermana con el último y más humilde habitante de tu lugar.


Que nunca haya cura para esta enfermedad, que esa maldita vacuna de la resignación no haga efecto jamás, que jamás gane la conveniencia de entregarse a ese sistema que desnutre, olvida, margina y mata.


Que la muerte con ideales aferrados en nuestros puños sea siempre preferible antes que la cura que conviene a los intereses de siempre.


Porque todos por separado somos uno más, pero juntos somos mucho más que eso; ojalá

que el contagio de esta enfermedad siga creciendo.


Que este rumor no cese. Que aumente su estridencia, que invada la sangre de cada vez más hombres y mujeres.


Y cuando alguien se ría de vos y te diga que estás enfermo por plantear tus ideales, decile que tiene razón, que gracias a Dios estas bien enfermo.

Enfermo de una bendita enfermedad.


DIEGO DOBLER

(Ciudad de Santa Fe, Republica Argentina)

TORMENTAS

TORMENTAS

Se avecina una tormenta
La destrucción amenaza.
Elementos desatados:
Viento que arranca y arrasa.
Agua desbordada, sucia,
fangosa y atronadora
que se lleva, despiadada,
lo que, hasta ahora, servía,
en el camino crecía
y era esperanza granada.

La vida se tambalea,
de improviso  sorprendida,
impotente se le entrega
y esas manos malhechoras,
inmisericordes, turbias,
la reciben victoriosas,
y ese viento que oxigena,
ruge cual fiera enjaulada
y el agua que silenciosa,
gesta y acrece la vida,
la maltratan inclementes,
de forma tan despiadada
que esa lograda victoria
con fuerte estremecimiento,
apena y deja confuso
al que mudo la contempla
hasta que la borre el tiempo.

Cuando en el campo del alma
la tormenta se desata,
el turbador pensamiento
la sacude y desordena,
echa por tierra sus frutos
que esperan recolección.
Silba furiosa y arranca
toda delicada planta
que crecía y florecía
mientras relucía el sol.

Hace daño la tormenta
y acarrea destrucción.

Cuando en el campo del alma
arrecia una gran tormenta,
emociones desbordadas
barren la tierra y ensucian,
arrasan, toman, destruyen
lo que en el campo esperaba
crecer, florecer, servir
y embellecer el jardín.
Convertir en paraíso
esa parcela de vida
que, débil, se ha estremecido
y busca rayos de sol.

Y, para no perecer,
pronto recuerda y repite
el grito vivificador,
la palabra creadora
de Jesús, en aquel mar
que puso en calma las olas
y en silencio el huracán.

María  Palacios

(Residencia 3ª edad- Vilagarcía)

Salaios no vento

Salaios no vento

 

Oín cantar ó vento

salaios da miña vida,

sentín pasar ó tempo,

ti non estabas, querida.

Perdido vou polas nubes

de ceos encapotados

Estou só, se ti non subes.

Estou só e abandonado

 

Oín cantar ó vento

un pranto na lonxanía.

Hoxe, esperto, entendo,

da miña vida, saías.

Perdido vou polos mares

entre as húmidas brétemas.

Estou só, ti ben o sabes.

Estou só, se ti me deixas

 

Oín cantar ó vento,

nas altas copas dos "pinos".

Fungaban rumorosos,

falaban do noso sino

Perdido vou polos montes,

xa non vexo o camiño

Non hai follas nas árbores.

Xa non hai agarimos

 

Oín cantar ó vento

nas ondas da marusía.

Sufrín de soidades

como as sufren os vixias.

Perdido vou nos ventos

que zoan na noite fría.

Só teño sufrimentos

a cotío, día a día

 

Oín cantar ó vento

un saúdo de benvida.

Coidei que era certo,

quixen dubidar aínda.

Perdido vou polo tempo,

lonxe, moi lonxe de ti

Agora que estou desperto,

choro por ti e por min

 

Oín cantar ó vento...,

xa non cantaba pra min.

 

Santiago González Brañas

PARA TÍ MULLER

PARA TÍ MULLER

 

Non podería chamarme poeta

senon adicara unha poesía

ás miñas irmás, compañeiras de fatigas

neste longo camiñar que é a vida

 

Para tí muller, que sofres en silencio

os golpes daquel que xurou amarte

que calas porque tés moito medo

desa furia e rabia sen remate

 

Unha poesía que sexa un himno de esperanza

para esas nais-coraxe que loitan sen tregua

por salvar ós seus fillos atrapados

nos brazos infernais da maldita droga

 

Lembremos tamén a tódalas artistas

poetas, escritoras e pintoras

que ocultas tras viles usurpadores

nunca poideron asinar as súas obras

 

Unha poesía que serva de agradecemento

a aquelas que arriscando as súas vidas

loitaron por conseguir os nosos dereitos

e que as nosas voces fosen ouvidas

 

Mulleres de culturas sen igualdade

esclavas ignoradas pola xustiza

mulleres que adican as súas vidas

a levar adiante as súas familias

polas que traballan dentro e fóra do fogar

porque muller significa loita e vida

para todas elas, vai a miña poesía.

 

Carmen Darriba

PUERTO

PUERTO

Misteriosa puerta
cerrada y abierta.
Fábrica de sueños
que, en alas del viento,
salen por tu puerta
y esperan la música
del viento y el agua
que los acaricia
y los hace vivos
y los colorea.

Tú guardas el eco
de lejanas tierras.
Aquí están sonando
cantos de sirenas
llamando a salir
y a dejar la tierra,
a soltar amarras,
a desplegar velas...

A caminar libre
en las aguas quietas
y a luchar, sin tregua,
en las turbulentas ,
a buscar tesoros
y a ver tierras nuevas


María Palacios

(Centro 3º edad Vilagarcía)

EL SUEÑO DE LA PESETA ( 1868-2002)

EL SUEÑO DE LA PESETA ( 1868-2002)

Hace mucho tiempo,
que en aquella casa,
una casa regia,
atípica madre,
de singular alma,
gestaba una niña
multideseada,
para hacerla reina
de amplios territorios
donde, en igualdad,
la niña reinara.

Y..Nació la niña
tan " rica " de plata:
pequeña, brillante,
redonda, acabada,
singular y noble,
como diseñada.

La llaman peseta
y, como hija de Jano,
tenía dos caras,
doble faz que impide
abarcarla entera
en una mirada.

En el territorio
quedó entronizada
y, como hija de un dios,
sería invocada.
Almas codiciosas
se hicieron contentas
de tal reina esclavas
y todas las manos
se abren para hacerle
cálida morada
a esa diosa niña
que en hombres y niños
deseos exalta.

La ven misteriosa,
cercana y lejana
huidiza siempre
aún de mano cerrada.

Esta diosa niña
alma de mujer,
vestida de plata,
tomada en las manos
y luego entregada,
al paso del tiempo
se sintió ultrajada.
despectivamente
" la rubia " le llaman
porque en su ropaje
ya no luce plata.

Fue disminuyendo
y, como unidad,
se veía ya
minusvalorada.
Se sentía débil,
su fuerza menguada,
y tuvo conciencia
de que había sido,
y era en el momento,
muy manipulada .

Se creyó culpable
de la destrucción
que generan armas
con ella pagadas,
y, hasta  fue acusada,
de generar miedos
y robos y estafas
en todos los tiempos
y sintió vergüenza
de haber sido precio
de cosas sin él:
de amores, silencios,
la paz y los sueños.

Después el país,
donde la peseta
fuera entronizada,
la bajó del trono,
para hacer un sitio,
a todas sus formas,
en digna vitrina
de su real casa.

Cambió de moneda
y la buscó fuerte,
recia, masculina,
poderosa, hercúlea,
admitida ya
en casas vecinas.

Así nació el euro,
en un Año Nuevo
más nuevo por él,
por  su nacimiento
en múltiple parto
cuidado, expectante,
entre parabienes,
felicitaciones,
un himno y aplausos.,
manos que se estrechan,
cálidos abrazos...
Y se hizo ubicuo
en muchos lugares
cual si fuera un dios
o un nuevo aire...

Ya nació maduro y,
como caballero,
atento a la dama
que su  casa deja,
miró a la peseta,
quiso acompañarla
e hicieron, al par,
bastantes jornadas.

La peseta hablaba
y la escuchaba quedo,
mientras le decía:
Me voy apenada,
si, muy apenada
porque tuve un sueño...
Tuve un bello sueño
en mi juventud.
No recuerdo el día
pero lo viví
intenso y muy claro:
Soñé que era hada
y que, igual que a los hombres,
el aire les llega,
les llena, les basta
y nunca les falta
y todos reciben
el calor del sol,
en igual medida
en todo bolsillo,
me encontraba yo
y todos tenían:
una casa digna,
ropa renovada,
zapato, a medida,
el justo salario,
escuela, alimento
centros de salud,
sano esparcimiento
y la luz de cara.
Ése fue mi sueño
no realizado y,
mientras suspiraba,
afligida lloró.

El euro, sensible
a la confesión,
la tomó en sus brazos,
la acercó a su pecho
de amor inflamado
y allí se durmió
mientras le decía :

Ese sueño tuyo,
tu bello ideal,
lo hago mío ahora,
singular peseta,
servicial peseta,
sencilla peseta,
y, para que se cumpla,
estoy aquí yo

María Palacios

(Residencia 3ª edad Vilagarcía)


 

 

 

 

 

 

 

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