Tomemos café a la orilla del mar
Perdí el rastro suculento de tu cuerpo invertebrado
Me alimenté de las vísceras con sangre de un rojo-azulado
Di forma a tus recelos de miedos desprendidos
Toqué tu vello de antenas, lívido de frío, entre las mareas
Fascinante corazón que desmenuza lágrimas de arena
y escupe guijarros salados de vértigos insalvables
Me adoraste mientras me columpiaba entre corales
Cuidaste de que mi horizonte no te dañara el iris
Adornaste con perlas los alfileres de mi cofia de espuma
Reventaste por los poros de tu afán de rutinas
Pero, jamás te acercaste al crepúsculo del rojo añil
Recorre el círculo vacío de luminosas palabras
Expande tu centro hoy, amigo mío y viaja hacia allí.
Mercedes Villa Carvajal (Mer)
Valencia
2 comentarios:
Y además adornado tu poema con las imágenes de San Andrés de Teixido, que según dice la leyenda "vai de morto quen non foi de vivo". Como Cedeirés que soy te recomiendo este peregrinaje.
Brañas
Me gusta el poema Mercedes y desde luego la imagen que lo acompaña lo hace esclarecedor. Nunca estuve en San Andrés de Teixido pero este verano aprovecharé para conocerlo y quien sabe, tal vez pueda un día llegar a tomar ese café al borde del mar.
Un beso, Pilar.
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" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"