MI MADRE CANTABA...En la aldea, de Soria, ya desaparecida, en la que ALUMBRÓ ocho hijos
MI MADRE CANTABA
En la casa humilde
de piedra rodada,
sin agua, sin luz,
sin ponerse sedas,
perfumes, ni joyas,
mi madre cantaba.
Cantaba en el huerto
y acarreando el agua,
trillando en la era
y aventando parvas
y cerniendo granos,
transportando paja...
Trabajando duro
mi madre cantaba:
amasando el pan,
cogiendo la hornija,
y en el lavadero,
y entre la ceniza,
al colar la ropa
en aquel terrizo,
puesto en la cocina...
Y cantaba hilando
la lana ahuecada
que sus manos ágiles
luego calcetaban
bien en el trasnocho
o mientras pacían
ovejas y cabras...
En la casa humilde
mi madre cantaba
y plantaba claveles
en la rota herrada...
Ahora, no sé donde,
pero sé que cantas.
Tu eco, ya apagado
lejano en el tiempo,
mudo en la distancia,
viene y se hace voz
y la siento viva
si una madre canta.
María Palacios
(Vilagarcía)
6 comentarios:
Preciosa tu poesía y aún más precioso tu amor de hija.Me guata la sencillez de tu poesía y el fondo tan imoportante que expresa. Felicidades.
María, una madre nunca se olvida. Siempre recordaremos sus esfuerzos por sacarnos adelante con tanto amor y dedicación. Se contentaban con cosas sencillas. Tu madre sigue cantando igual que la mía en un lugar, más allá de las estrellas.
Gracias por tus palabras.
Xermán Torres
María, qué bello este poema. Lo leo hoy, día de la madre, muy especial para mí porque he perdido a la mía hace muy poquitos meses.
Es un poema muy tierno, sentido, cargado de cariño, y del que suscribo todas las estrofas.
Seguro que ambas están leyéndote... y cantando.
Un beso.
Soledad.
Me gusta, Maria. Creo que todos sentimos eso que tu cantas en lo mas hondo de nuestro corazón, no importa la edad que tengamos. Decia José Maria Pemán:
"A una madre se la quiere
siempre con igual cariño...
¡y a cualquier edad se es niño
cuando una madre se muere."
Felicidades.
Es un poema bellísimo. La madre cantaba en la humildad, en la escasez, en el trabajo duro, cantaba, cantaba...como tantos otros que le dan valor a lo que realmente merece la pena.
Seguro que sigue cantando, no sólo tú la oyes, también todos los que se emocionan con tu poema y los que conocen el motivo por el que ella cantaba.
Saludos.
María, tu Madre siempre cantara, en tu corazón, en el horno casero de los recuerdos. Tu poema tiene aroma, al pan blanco de la ternura. Gracias, y que Dios te bendiga
Abrazos
hernán
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