No habrá más lluvias
mientras no desaparezca la oscuridad.
Ni las sombras.
No habrá más sueños
mientras no desaparezca la noche.
Luces en el silencio
escriben sobre el velo de la memoria
una canción dulce. No habrá más espacios
en blanco,
momentos perdidos.
Sólo una flor suave
me permitirá
seguir soñando.
Porque me embelesan
las olas dulces,
el pausado ir y venir de las mareas
que pueda sentir en el alma, pero
ya no habrá más lluvias
que se dibujen a sí mismas.
Sobre el pergamino
que deja la tarde.
José Ángel