Soneto
Doce perlas entre el viento y el contraste
rodean el lejano extremo de mis manos,
si no es tu piel, para mi, todo es extraño,
si no es la imagen de mis dedos al rozarte.
Si no es tu piel, el otoño es el engaño
de unas hojas repentinas que se fueron,
de una lista interminable de sonetos,
de una pluma que se muere en el pasado.
Traigo en brazos un recuerdo para darte:
Es la luna, está en mis manos, y a tu lado,
es la flor que hay en tus ojos cuando miras.
Doce perlas y en mi pecho el estandarte:
Un corazón que está en lo alto sepultado,
un corazón que ya enterrado, aún suspira.
Francisco Vidal
1 comentario:
Hermoso poema Sr. Vudal, muy tierno y muy nostálgico. Ceneme
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" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"