A Fernando
Ayer, Fernando del alma,
queda mi Lolo querido
¡Cómo se van, Dios Eterno,
uno tras otro mis hijos!
Cómo renueva mis penas,
tu temprana despedida
¡Cómo, Fernando, tan joven
te roban a mis caricias!
Yo que ayer en mi regazo
entre besos te dormía
¡Cómo tu infancia preciosa
tan rápida se desliza!
¡Cómo me parece un sueño
tan pronto creció este hijo!
Que ayer nada más jugaba
candoroso en mis rodillas.
Embeleso de mis ojos,
espejo donde se mira
tu madre, tu pobre madre,
Fernando, del alma mía
Tú tan dócil como un ángel
de bondad tan exquisita
Si te bendice tu madre,
Fernando, Dios te bendiga,
como es tu bondad perfecta,
perfecta será tu dicha.
Al estrecharte en mis brazos,
en mi tierna despedida,
deja que llanto copioso
surque ardiente mis mejillas
Rosario Sabin Lavadores
1 comentario:
Precioso rosario de palabras querida amiga,tienes un corazon tierno y bueno.besitos .
Publicar un comentario
" Piensa si lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"